José Luis Munuera Montero expulsó a Jude Bellingham en la primera parte con roja directa. El inglés vio la tarjeta roja en el minuto 39, después de una conversación con el colegiado. El jugador del Real Madrid no parecía estar alterado y reclamaba una acción en el área contraria, cuando el árbitro andaluz paró el partido y le mostró la roja. Minutos antes, le había enseñado una amarilla a Ancelotti por reclamar una mano de Juan Cruz en el área de Osasuna, mientras que había pasado por alto un penalti a favor del conjunto blanco, de Moncayola sobre Vinicius.
La acción sorprendió a todo el mundo. Los jugadores del Real Madrid fueron en masa a hablar con Munuera Montero para pedirle explicaciones sobre la expulsión de Bellingham. Sin embargo, el colegiado cogió al capitán Modric y le explicó lo que le había llevado a sacarle la roja al jugador del conjunto madridista.
La decisión de Munuera Montero provocó que Vinicius y Mbappé fueran rápidamente a pedirle explicaciones, al igual que el propio Bellingham. Después de una jugada a balón parado el inglés va conversando con el árbitro, reclamándole una acción en el área contraria. Es entonces cuando se ve que Munuera Montero le pide «calma» e, inmediatamente, ante algo que las cámaras no captan, se dirige a él para sacarle la roja.
El partido comenzó a descontrolársele a Munuera Montero, que hasta el momento había tenido ya dos fallos en contra del Real Madrid y que, además, había mostrado amarilla a Ancelotti por sus protestas. El italiano se quejó de una mano de Juan Cruz en el área y, ante su insistencia, vio la cartulina amarilla. Ni el colegiado ni el VAR lo quisieron ver.
De esta forma, el partido ante Osasuna se convirtió en el tercero consecutivo en el que los blancos se ven perjudicados en esta Liga, con acciones más que claras. Sucedió ante el Espanyol con la no expulsión a Romero, ante el Atlético con el penalti pitado a Tchouaméni y ahora, con dos penas máximas que se fueron al limbo y la expulsión de Bellingham en la primera parte.