José Luis Munuera Montero fue protagonista de un nuevo escándalo contra el Real Madrid. En El Sadar, el conjunto blanco volvió a verse muy perjudicado por el arbitraje que, más allá de no señalar dos penaltis a favor de los madridistas y de expulsar a Bellingham, permitió que Osasuna empatara desde el punto de penalti por un surrealista penalti de Camavinga sobre Budimir.
El francés pisa al croata en el área del Real Madrid, pero lo hace mucho después de que el delantero hubiera disparado a puerta. Después de que lo revisara el VAR, Munuera Montero acudió al monitor y al ver la jugada terminó señalando la pena máxima. Todo, cuando Camavinga no influye para nada en el disparo del jugador, que se marchó lejos de la portería de Courtois.
El colegiado fue el principal protagonista de un partido que estaba siendo de lo más entretenido y que dominaba el Real Madrid. Los blancos ganaban por la mínima en una plaza complicada como el Sadar cuando apareció Munuera, para tomar decisiones que fueron claramente determinantes. Hasta dos penaltis no señaló a favor del conjunto blanco, pero cuando tuvo la oportunidad, pitó uno en favor de Osasuna.
Todo, con la ayuda de Trujillo Suárez en el VAR. El colegiado que estaba en Las Rozas no vio el penalti clarísimo sobre Vinicius en el minuto 7 de partido. Además, minutos después Ancelotti vio la amarilla por reclamar una mano de Juan Cruz, también clara, que el VAR no revisó. Después de expulsar a Bellingham, Munuera Montero culminó su bochornosa actuación con un penalti a favor del conjunto local.