La decisión de Mbappé de quedarse en el PSG tendrá una consecuencia irreversible: el francés se cierra para siempre las puertas del Real Madrid. En el club blanco están muy dolidos con el jugador y consideran «una traición imperdonable» la decisión de Kylian de faltar a su palabra y sucumbir al poder del dinero del PSG. Desde hoy el Madrid y Mbappé separan sus caminos y nunca más se volverán a juntar.
No habrá cuarta temporada en el culebrón Mbappé, al menos con el Real Madrid en el elenco de protagonistas. En la entidad que preside Florentino Pérez entienden que el tren ha parado hasta tres veces en la estación de Mbappé y nunca más se volverá a detener. No se subió en el verano de 2017 porque le daba miedo competir con Cristiano, Bale y Benzema y acabar siendo el cuarto mosquetero.
Tampoco el PSG le dejó subirse al expreso del Bernabéu el verano pasado, en 2021, cuando el Real Madrid llegó a poner sobre la mesa 200 millones de euros para ficharle. A la tercera pudo ir la vencida, pero Mbappé eligió la traición. Así lo tildan desde la cúpula del Real Madrid: «Una traición imperdonable». El jugador se pasó por el arco del triunfo la palabra dada al club blanco y a sus dirigentes y sucumbió a la erótica del dinero del PSG.
La traición de Mbappé
Por eso en la cúpula del Real Madrid tienen muy claro que el culebrón Mbappé se acaba hoy y que no habrá secuelas. Primero, porque la propia decisión del futbolista le condena a la cárcel de oro del PSG, no ya a cadena perpetua, pero sí al menos por cinco temporadas. Y eso en fútbol es una eternidad.
Pero la decisión del Real Madrid de cerrar para siempre las puertas a Mbappé no es una cuestión de tiempo (acabaría contrato con 28 años en el peor de los casos) sino de respeto. «Ningún jugador, por muy bueno que sea, está por encima del Real Madrid, que es la institución deportiva más grande del mundo», aseguran los dirigentes blancos.
Mbappé ha elegido el PSG y el Real Madrid elige olvidarse de Kylian para siempre. El futuro dirá quién pierde más, pero en las oficinas del club blanco tienen muy claro que el Bernabéu, como Roma, no paga a traidores. Au revoir, Mbappé.