Carlo Ancelotti le ganó la partida de ajedrez a Ronald Koeman en el Clásico. Los jugadores del italiano supieron aprovechar el sensacional estado de forma de Vinicius y el boquete que generó el entrenador holandés en su costado diestro, con Mingueza desarbolado y sustituido al descanso. Fue la principal condena del Barça, incapaz de responder al orden, experiencia y saber estar del Real Madrid, que ya comienza a cogerle el gusto a eso de conquistar el Camp Nou.
El triunfo de Ancelotti frente a Koeman con la pizarra supone también la primera victoria del veterano entrenador en el Camp Nou. El italiano, en sus cinco visitas anteriores, jamás había podido derrotar al Barcelona como visitante. Dos veces con el Milán, una con el PSG y otras dos con el Real Madrid se reparten los resultados. Con los rossoneri perdió 2-1 en su primer encuentro allá por 2004 y la temporada siguiente, ya en 2006, se midió de nuevo al Barça en semifinales con un 0-0 en el Camp Nou. Cayó eliminado. Con el PSG empató 1-1 en otra eliminatoria de cuartos de Champions en la que caería.
Ya con el Real Madrid, en su anterior etapa en el banquillo blanco, acumuló esas dos derrotas, ambas por 2-1, que faltan en aquel mal recuerdo que ahora trastoca. Tenía esa espinita clavada Ancelotti, la de ganar como entrenador en el Camp Nou –sí lo hizo como jugador aunque no enfrentándose al Barça–, algo que preparó concienzudamente para revertir esta temporada como merengue.
No se guardó nada Ancelotti en el Camp Nou. Sacó a los mejores, los que en mejor estado de forma están en estos momentos y que más se venían mereciendo su sitio en el once en el Clásico. Tenía otras opciones el italiano, sobre todo en el carril diestro. Lucas Vázquez y Rodrygo fueron los titulares en una banda en la que coincidirían con Ansu Fati (o Memphis) y Jordi Alba. No parecía la mejor combinación teniendo también a Nacho o Valverde con mayor rigor defensivo. Pero el Clásico dio la razón a Carleto.
El Barça solo presentó batalla durante los primeros 15 minutos de juego, el tiempo que tardó el equipo de Ancelotti de adueñarse del balón, las sensaciones, el peligro y dio el guión escondido de Koeman, al que le hizo borrón. El Real Madrid se valió más de las debilidades que presentó el cuadro culé que de sus propias cualidades y aptitudes, que no son pocas. Al contragolpe, con espacios, presión tras pérdidas, errores propios… el Barça concedió y el Madrid tomó todo lo que le pusieron por delante.
Los dos goles blancos son producto de malas decisiones del Barça, de errores propios no forzados, como se diría en el tenis. Un mal saque de esquina acaba con una pelota que cae del cielo para Vinicius, destroza a Mingueza en el primer intento del canterano de encimarle para evitar que respondiera, y lanza un contragolpe que finalizaría Alaba con un chut imposible para Ter Stegen.
La libreta de Koeman ya estaba destrozada. Metería en el campo a Coutinho, con una respuesta fugaz y pasajera; también a Sergi Roberto, desapercibido; o Luuk de Jong, que sigue sin arrancar. El único que sacó algo diferente fue un Kun Agüero que demostró que pese a que la edad no perdona, mantiene ese olfato goleador que le ha acompañado durante toda la carrera con el 1-2. Le metió tarde Koeman. Antes, el Real Madrid había sentenciado con un gol de Lucas Vázquez en el que destapó todos los horrores de un Eric García muy lento.
Ancelotti tenía guardado para la segunda parte a Fede Valverde, que se dejó todo y tuvo que ser sustituido en el tramo final dando entrada a Carvajal, y también a Marco Asensio, clave en el 0-2 del equipo que a la postre resultaría clave para llevarse el triunfo. No perdió en ningún momento el orden los chicos del entrenador italiano, un equipo sólido y firme que concedió muy poco al Barça y que aprovechó cada fisura que presentó la propuesta de Koeman.
Es al entrenador holandés al que se le queda ahora la espina con Ancelotti, al que no ha sido incapaz de vencer en los cinco enfrentamientos en los banquillos que les han medido. En la etapa de Koeman en el Ajax y del italiano en el Milán, el club rossoneri venció en tres ocasiones y cosechó un empate. Koeman jamás ha ganado a Ancelotti, ¿tendrá reválida en la segunda vuelta?
