El Real Madrid sigue a Fabián Ruiz desde que jugaba en el Betis. También el Barcelona, cuyo técnico, Quique Setién, dio la alternativa en Primera al centrocampista español. En la órbita de los dos trasatlánticos del fútbol español, Fabián no ha aceptado la primera oferta de renovación del Nápoles. Su contrato acaba en 2023 pero De Laurentiis, el presidente del club italiano, no quiere dejarle salir por menos de 100 millones, una cifra imposible en el mercado post-coronavirus.
Precisamente el coronavirus ha truncado el escenario de verano dibujado por Fabián y su entorno. El jugador español, fijo para Luis Enrique en la selección, contaba con revalorizarse en la Eurocopa y que Real Madrid y Barcelona, los dos grandes del fútbol español movieran ficha por él. Por eso no ha aceptado la oferta de renovación del Nápoles, que quiere atar a su jugador franquicia.
Fabián sabe que si renueva hasta 2025 tendrá casi imposible salir de Nápoles, salvo que se asegure en el nuevo contrato una cláusula de salida que sea asumible en el futuro. Y por ahí, de momento, no está dispuesto a pasar el club napolitano.
El Nápoles se planta con Fabián
Aurelio de Lautentiis, el presidente del Nápoles, da por sentado que tendrá noticias del Barcelona y del Real Madrid, que están muy interesados un jugador que termina contrato en 2023. El club italiano pagó 35 millones de euros en 2018 por Fabián, una recomendación del que entonces era su técnico, Carlo Ancelotti.
La propuesta de renovación que el Nápoles ha presentado a Fabián es hasta 2025 y si no puede lograrlo, De Laurentiis se plantará y pedirá 100 millones de traspaso, aunque sabe que en el nuevo mercado después del coronavirus tendría que darse por satisfecho si consigue un traspaso en torno a los 60 millones.
A día de hoy, el Barcelona, con los frentes abiertos de Pjanic y Lautaro y con el sueño de Neymar siempre presente, no puede asumir esa cifra. En el Real Madrid, que sí tendrían músculo financiero para acometer la operación, sopesan si merece la pena asegurar el fichaje de Fabián este verano o aplazarlo para 2021 cuando la situación económica del fútbol europeo empiece a normalizarse.
