Final de la Liga Endesa

El Madrid se obliga a otra proeza

El Real Madrid se obliga a otra proeza | Final Liga Endesa

Esta vez no entró el tiro sobre la bocina de Sergio Llull y el Real Madrid necesitará otra proeza histórica si quiere defender su título de campeón en la Liga Endesa. Ya pierde 2-0 tras caer en una batalla agónica frente al Barcelona (86-85) que pudo caer de cualquier lado. Niko Mirotic (25 puntos) y Jan Vesely (18) se llevaron la pelea contra Mario Hezonja (18) y Llull (15) y los culés están al borde del título. Tercer capítulo, el martes en el WiZink Center.

El Palau Blaugrana acogió otra batalla épica. El Barça dominó durante mucho tiempo, pero la irrupción de Llull, con 12 puntos en el último cuarto, puso al Madrid al borde de la victoria (72-78, min.37). Todo se acabó decidiendo desde el tiro libre, donde dos fallos de Tavares resultaron fatales para el campeón de Europa. Chus Mateo tenía seis segundos en la jugada final y puso la bola en manos de Llull, el mismo guión de la final de la Euroliga, pero esta vez la pelota no entró. Nadie ha remontado un 2-0 en la final de la Liga Endesa. O se repite la gesta del Partizan o habrá nuevo rey en la ACB.

Empezó el duelo con un martillazo de Tavares. Fue la única alegría del africano en la primera parte. Cometió dos faltas pronto y Chus Mateo lo conservó para más adelante. Por suerte, al Madrid le cayó del cielo la mejor versión de Poirier, que leyó muy buen las defensas tan móviles del Barcelona para hacer daño dentro. Tras el buen inicio local con dos triples de Laprovittola (14-9), el pívot galo  encadenó dos mates que espabilaron a su equipo. Asalto casi nulo en los primeros diez minutos (20-19).

Se repetía el guión del viernes: máxima igualdad pero con una diferencia importante, la coralidad del Barça y las individualidades del Madrid. Esta vez emergió un ex jugador culé como Mario Hezonja. El croata irrumpió con 12 puntos en el segundo cuarto, incluido un triple desde su Dubrovnik natal. Con su acierto ensayaban la escapada los blancos (27-32, min.15).

Sin embargo, Jasikevicius también tenía a su propio jugador muy inspirado. De nombre Jan Vesely y de profesión pívot experimentado. El checo recordó a su mejor versión, la del MVP de la Euroliga en 2019, y aprovechó la ausencia de Tavares para hacer el agosto en la pintura. Y de regalo, un inesperado triple sobre la bocina para cerrar el segundo parcial. El Barça recuperaba el mando en el ecuador (45-41). El Madrid dominaba el rebote, pero se desangraba con las pérdidas.

Llull la tiene

El repudiado Mirotic -repudiado por el club pero adorado por la hinchada culé-, se apropió del tercer cuarto anotando 11 puntos. Defendió, corrió y lanzó para coronar un parcial de 14-3 que dejó al Barça al borde de romper el marcador (57-48, min.25). Disfrutaba el Palau, pero cuando más se aprieta la soga más disfruta el Madrid. Tavares y Chacho se entendieron a la perfección para taponar la herida y un triple de Causeur puso al Madrid al borde del volteo (59-58).

El segundo capítulo de la final ya había roto por completo, batalla sin cuartel que encogía por momentos las muñecas locales hasta que Kalinic lo solución con un triple tras bote. Hezonja volvía a sumar, pero el Barça llegaba arriba al último cuarto (68-65). El partido se terminó de calentar con una técnica al banquillo del Madrid por un campo atrás no pitado a Jokubaitis.

Y nadie como Llull para bailar sobre las brasas: siete puntos del balear ponían a los visitantes por delante a falta de cinco minutos (72-75). El héroe de Kaunas había cambiado el partido él solito. Al Barça le entraba la flojera y se le nublaba la vista en ataque. Se tiró más de cinco minutos sin anotar. Un mate de Yabusele coronaba el parcial de 0-11 que dejaba la final al borde del equilibrio (72-78 a falta de 2:31).

Cuando el Barça parecía muerto, resucitó con un triple de Mirotic y un contraataque redondeado por Laprovittola (79-89 a falta de 1:30). Habría emoción hasta el final. Un triple dentro de Llull, otro de Sanli y llegó el baile de tiros libres. Acertaron todos sus lanzamientos Mirotic, Llull y Laprovittola. Falló Tavares, eliminado en la siguiente jugada por faltas personales. La mandarina a la desesperada del balear esta vez se fue al agua. La victoria era culé.

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