Zozulia ‘declara’ la guerra a Rusia: «Putin es la reencarnación de Hitler, pero confío en la victoria»
Roman Zozulia, futbolista ucraniano que ahora milita en el Fuenlabrada, estalla en sus redes sociales tras la invasión y los bombardeos de Rusia a Ucrania
"El mundo debe darse cuenta de que Putin es una reencarnación de Hitler y sus planes son más ambiciosos que la captura de Ucrania", dice el delantero
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Roman Zozulia sufre por su país en la distancia. El ahora futbolista del Fuenlabrada está viendo cómo Rusia invade y bombardea su tierra y ha querido expresarse en sus redes sociales al respecto. El delantero no se achanta y confía en que todo salga bien, a la vez que advierte del peligro de Putin.
«El mundo debe darse cuenta de que Putin es una reencarnación de Hitler y sus planes son más ambiciosos que la captura de Ucrania. Por lo tanto, ahora es más importante que nunca que el mundo se una e imponga sanciones contra este régimen maldito. Le haremos frente, porque el carácter de nuestro ejército se forja a partir del acero. Nuestra victoria esta cerca, así como el final del mal del Kremlin. Creo en Ucrania, creo en la victoria. ¡Creo en el ejército ucraniano!», dice el delantero.
«Nunca hemos sido naciones hermanas, porque los hermanos no tratan de imponer en inferioridad y atar una soga al cuello. Siempre hemos sido un hueso en la garganta de los poderosos. En varios periodos históricos se buscó someter, dejar morir de hambre, perseguir, y matar por el derecho de hablar en nuestra lengua, expresar una opinión y buscar la independencia. Cuanto más apretaron, más fuertes salimos», añade Zozulia.
El ex del Betis o Albacete se rebela ante Rusia: «Nunca tuvimos el Síndrome de Estocolmo, solo una falta de percepción de su violencia y control. Nosotros lo demostramos en los Maidans. Ellos en cambio tienen miedo de levantar la cabeza y protestar. Hay rusos que han expresado su apoyo por nosotros, pero son muy pocos. La gran mayoría está zombie ante la propaganda. Es su elección vivir con miedo y oprimidos y no estamos en su mismo camino».
«Somos una nación pacífica sin planes para atacar a nadie. Tenemos nuestra gente y nuestras tierras, pero no se las daremos a ningún loco. Al octavo año de guerra, todo el mundo se dio cuenta de que no hay un conflicto civil en Ucrania, hemos estado frenando la agresión rusa durante ocho años y no dejando que se propague a toda Europa. Nos costó 15.000 vidas…», finaliza.