Deportes
Mundial de Fórmula 1: Gran Premio de Las Vegas

Verstappen gana su cuarto Mundial y entra en el olimpo de la Fórmula 1

El holandés fue quinto en Las Vegas, suficiente para ganar su cuarto título

George Rusell ganó la carrera con doblete de Mercedes; Lewis Hamilton segundo

Carlos Sainz hizo podio superando precisamente a Verstappen

Max Verstappen se proclamó campeón del mundo de la Fórmula 1 por cuarta vez en su ya gloriosa trayectoria con sólo 27 años, habiendo logrado además los cuatro títulos de forma consecutiva con Red Bull en 2021, 2022, 2023 y este último en 2024. Lo hizo haciendo lo que le valía, ya que terminó quinto, suficiente para dar el hachazo definitivo a Lando Norris, sexto. Todo esto en medio de una enorme exhibición de Mercedes, que hizo doblete con George Russell como ganador indiscutible del Gran Premio de Las Vegas, y Lewis Hamilton segundo al firmar una brutal remontada desde la décima posición.

Pero hasta en la carrera del título, Carlos Sainz fue el azote de Verstappen, quitándole del podio en la vuelta 42 con un adelantamiento espectacular para escalar a la tercera posición, cosechando otro gran resultado en su antepenúltima actuación con Ferrari. Fernando Alonso lo apostó todo a la estrategia y estuvo cerca de lograr un más que meritorio décimo puesto que le habría otorgado un punto que para nada merecía Aston Martin. Las cosas cayeron por su propio peso y Checo Pérez se lo robó a cuatro vueltas del final.

Charles Leclerc imitó a Sainz y quedó cuarto por encima de Verstappen, y este por delante de Norris, Oscar Piastri, Yuki Tsunoda, Nico Hülkenberg y el asturiano, que cerró la zona de puntos. McLaren, además del chasco con el campeonato perdido por su primer piloto, rubricaron un fin de semana nefasto que les deja a tiro de Ferrari en el trofeo de constructores con dos carreras por celebrarse en Qatar y Abu Dabi.

Las cosas no empezaron bien para Carlos, que se eternizó en la salida. Leclerc le comió la tostada y pasó de cuarta a segunda posición. Sí fue buen inicio para Alonso, el único en arriesgar con neumáticos blandos. La apuesta le salió ganadora al asturiano y se aupó dos puestos dejando en el camino a Kevin Magnussen y al Red Bull de Pérez. Al completar cinco vueltas, el piloto de Aston Martin aparcó ese compuesto en el garaje y volvió al ruedo con unos duros para tratar de resistir lo máximo posible.

Max Verstappen con su Red Bull en Las Vegas. (EFE)

Verstappen ya es tetracampeón del mundo

En la conquista del título, Verstappen daría un golpe de autoridad a Norris en cuanto encontró el hueco para adelantar a Pierre Gasly. El holandés se puso cuarto, con el Alpine marcando la distancia hacia su contendiente, un resultado que le bastaba y sobraba para ser campeón. Más aún cuando las ruedas del Ferrari de Leclerc se vinieron completamente abajo para que tanto el de Red Bull como Sainz le superaran con facilidad.

Y si los blandos de Alonso sólo duraron cinco vueltas, los medios de pilotos como Leclerc o Norris tan sólo resistieron el doble de giros, una situación inaudita en la F1. Las ruedas de Sainz también cayeron y, previo adelantamiento de Verstappen, se adentró en el pit lane en la 11 para tirar con duras. El único que parecía aguantar con facilidad era Russell, cuyo Mercedes parecía prácticamente imbatible en The Strip.

Podio de Sainz

Su ventaja era tan grande que cuando paró sólo se encontró por delante a su compañero, Hamilton, que todavía no había hecho el primer recambio. La rompedora clasificación de Gasly quedaría arruinada antes del ecuador de la carrera con un abandono por un fallo en su motor y el mejor Alpine quedaba fuera de combate. A Sainz le seguía sin funcionar nada y Leclerc se le volvía a poner por delante superada la mitad de la prueba.

El madrileño, que llevaba varios minutos pidiendo entrar en boxes, se desesperó con los mecánicos de Ferrari, que le dijeron no estar preparados para su parada, la cual le forzaron a hacer una vuelta después de lo que pretendía. Aun así, su ritmo mejoró y pudo fijarse el objetivo de colarse en la fiesta de Verstappen arrebatándole el podio. Russell no tuvo rival y arañó su segundo triunfo del Mundial, pero quienes celebraron por todo lo alto fueron los miembros de la escudería Red Bull, que brindaron por el cuarto título del gigante holandés.