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El técnico se gana a los pesos pesados del vestuario

El truco de Solari

El técnico sabe de la importancia que tiene el ser un buen gestor de grupo en su futuro al frente del equipo.

Ha encontrado en Sergio Ramos a su mejor cómplice para empezar a ganarse a la plantilla.

Santiago Solari ha comenzado con buen pie su aventura en el primer equipo del Real Madrid. El éxito del técnico va más allá de la victoria con goleada incluida al Melilla en su primer partido dirigiendo al conjunto madridista, y es que ha sabido calmar las voces que en un primer momento no estaban del todo convencidos de su ascenso a la primera plantilla. Solari ha hecho caso a las advertencias de Ramos de que a veces es más necesario un buen gestor de grupos y se ha arrimado a él para empezar a ganarse al vestuario.

Desde el primer entrenamiento con el conjunto madridista se le vio una gran complicidad con el capitán del Real Madrid. Consciente de que el sevillano es el líder de este equipo, sabe que parte del éxito durante su estancia en el cargo pasa por llevarse bien con los jugadores y qué mejor que empezar ganándose a las ‘vacas sagradas’.

Solari ha sabido revertir las críticas que cuestionaban su capacidad para darle la vuelta a la mala racha de resultados de los blancos. Tras el despido de Lopetegui, ha sido designado de manera provisional para tratar de sacar al club de la crisis hasta que se encuentre un sustituto, pero si quiere quedarse lo que resta de temporada, sabe que es imprescindible caer en gracia al grupo. Por el momento, parece que lo consigue y entre las paredes de Valdebebas ya se escucha que «transmite buenas sensaciones».

Su tranquilidad y saber estar le dan una buena imagen, pero su buen talante con la plantilla es un de sus mejores armas para terminar de ganarse a sus nuevos jugadores. El entrenador conoce la casa, fue integrante del Madrid de los Galácticos, por lo que sabe cómo se maneja un equipo de estrellas que tiene repletas de títulos las vitrinas.

Quiere demostrar que está preparado para afrontar el reto de dirigir al campeón de Europa hasta final de curso y para ello tiene que saber gestionar una de las mejores y más complicadas plantillas del mundo. Conseguirlo está más cerca, porque, por el momento, Solari «ha aterrizado bien». Habrá que ver si ahora le acompañan los resultados.