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LIGA ENDESA: JOVENTUT 66 - REAL MADRID 84

Santi Yusta se gradúa en el Olímpico de Badalona

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid está de dulce. Nueve triunfos consecutivos avalan el gran estado de forma de los muchachos de Pablo Laso, el último de ellos cosechado en un campo con historia y solera como el Olímpico de Badalona. Allí, donde muchos aficionados han visto pasar a los mejores jugadores de las últimas décadas, un niño de 20 años se graduó firmando una actuación reservada para los elegidos.

No piensen en Luka Doncic, éste ya irrumpió como un ciclón en el baloncesto europeo hace un par de años, hablamos de Santi Yusta, una de las promesas más rutilantes del baloncesto español. El madrileño, un alero desgarbado y con una muñeca de seda, había obtenido cierto protagonismo en las categorías inferiores de la selección española y durante su cesión de dos temporadas en el Obradoiro. Sin embargo, nadie se esperaba que se destapase con 18 puntos y 21 de valoración en un escenario con tanta solera.

Vale que el Joventut no es lo que era de un tiempo a esta parte. El equipo dirigido por Diego Ocampo evidenció que está a años luz de ser un candidato a cosas importantes en la Liga Endesa. El primer cuarto vio un ciclón pasar por Badalona. Un parcial de 6-26 en favor de los blancos ponía muy de cara el duelo con 8 puntos del mencionado Yusta y con Trey Thompkins y Campazzo jugando modo NBA.

A los locales les costaba un mundo anotar y todo era por culpa de una defensa zonal de ajustes preparada por los de Laso que a buen seguro será utilizada en situaciones de mayor necesidad. El segundo cuarto iba tan encarrilado el duelo que al técnico blanco casi se le olvidó sacar al MVP Doncic. Tampoco había mucha necesidad ante un Joventut que vivía de los puntos de la conexión Wayns-Jordan.

Una reacción y un calmante de Yusta

El Madrid se confió tanto que en el tercer cuarto dejó que los verdinegros se pusiesen a ocho puntos. Fue la ocasión en la que más cerca estuvieron los locales desde el salto inicial, pero en ese momento apareció nuevamente un enrachado Yusta que firmó 10 puntos en el periodo.

Esos puntos fueron la puntilla para la moral de un Joventut que se dejó llevar desde ese momento. Al Madrid le dio tiempo para dar minutos a Randle y para que Rudy Fernández recuperase confianza delante de su antiguo público con algunas jugadas de su mejor época. El Madrid sigue como un avión y se acerca la primera gran prueba de la temporada: la Copa del Rey. A este paso nadie echará de menos a Llull, Randolph o Ayón.