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Masters 1000 de Montecarlo

Rublev baja a la tierra a Nadal en Montecarlo

Rafa Nadal cayó ante Andrey Rublev (6-2, 4-6 y 6-2) en los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo

No pudo ser. Rafa Nadal no podrá levantar su duodécimo título en Montecarlo. El tenista balear sumó la sexta derrota de su vida sobre la arcilla monegasca tras caer ante Andrey Rublev (6-2, 4-6 y 6-2) en un partido en el que el número 8 del mundo mostró su mejor versión y dejó a medias la remontada de un Nadal que tuvo que tirar de épica para llevar el partido al tercer set… pero que acabó sucumbiendo tras más de dos horas de partido. Por segundo año consecutivo, el español no podrá levantar el título en un torneo que siempre ha sido considerado como su jardín particular.

Y es que en esta edición de Montecarlo Nadal también jugaba contra la historia. El balear tenía la ocasión de igualar los 36 títulos de Djokovic en Masters 1000 y de paso volver a acostarse el próximo domingo como nuevo número 2 del mundo. Así que el tenista español tenía motivos para rozar la excelencia además de los ya sabidos: es el mejor que hubo, hay y probablemente habrá sobre tierra batida. Por ello devastó a Delbonis y Dimitrov sin conceder un sólo set en su regreso a las pistas después del sinsabor del Open de Australia y ante Rublev partió con el objetivo de seguir adquiriendo rodaje a base de victorias.

Todo hacía indicar que el partido se iba a desarrollar por las leyes de la lógica con victoria holgada de Rafa Nadal, pero Andrey Rublev mandó una aviso al balear después de hacer break en el primer juego del partido y posteriormente consolidarlo con su saque. El balear respondió con un saque en blanco y ganado su primer juego al resto para igualar a dos el marcador… pero el ruso esto no aminoró la moral del ruso, que volvió a hacer break gracias a dos grandes restos y tres dobles faltas del balear. Ver para creer. Había partido y esto se demostró después de que el número 8 del mundo consolidara el set, volviera romper y sentenciar el primer set con un 6-2 que era toda una declaración de intenciones. Nadal iba a tener que sacar su mejor versión para estar en las semifinales de Montecarlo.

Todo hacía presagiar una remontada homérica de Nadal en el segundo pero Rublev intentó apagar la llama de la ilusión con una rotura en el primer juego para posteriormente poner el 2-0 que era una losa para la moral del mejor de la historia en tierra batida. El balear tuvo la oportunidad de hacer break en el siguiente servicio del ruso pero desperdició una ventaja. No era el día. Cuando todo hacía indicar que llegaría la sexta derrota de su vida en Montecarlo, como suele suceder en otras ocasiones, Nadal intentó resurgir en el sexto juego del segundo set… pero desperdició nada más y nada menos que cuatro bolas de break. Lo sucedido era el resumen perfecto de lo que estaba aconteciendo sobre la arcilla de Montecarlo.

Nadal renace… pero pierde en el tercero

Esto parecía el golpe definitivo para un Rafa Nadal que resurgió como él sólo sabe hacer. Cuando parecía que todo estaba perdido, el balear realizó un octavo juego homérico para devolverle el break al ruso e igualar el partido. Y lo mejor del español estaba por llegar, porque acto seguido consolidó su saque y volvió a romper para llevarse la segunda manda. Rafa Nadal estaba haciendo una proeza sobre la pista de Montecarlo. Otra gesta más después de haber estado contra las cuerdas y ahora las apuestas volvían a estar a su favor.