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Atlético de Madrid

El peor momento de Oblak

Lleva una media de dos goles en los siete últimos partidos oficiales disputados

Parece haber perdido su magia, pero el club le arropa más que nunca

Desde el 0-0 de mayo no logra dejar a cero la portería en ningún desplazamiento

14 goles encajados en los siete últimos partidos oficiales disputados, seis con el Atlético y uno con el Eslovenia. Son los peores números que presenta Jan Oblak desde que en septiembre de 2014 fichó por el Atlético de Madrid. En el club entienden que ahora es el momento de arroparle y demostrarle el máximo apoyo porque están convencidos de que no va a tardar en recuperar su magia.

Por primera vez desde que está en España Jan Oblak demuestra «rasgos humanos». El meta esloveno aún no ha llevado a cabo ningún prodigio esta temporada, pero no se ha encendido ni una sola alarma en el club porque entienden que era imposible que mantuviera siempre un rendimiento de matrícula de honor. Oblak sigue siendo el principal pilar deportivo del Atlético de Madrid, por encima de cualquier otro jugador, y de hecho la intención de la dirección deportiva es ampliar su contrato, que finaliza en junio de 2023.

Los números, sin embargo, más allá de las sensaciones, sí que empiezan a ser algo preocupantes si se analizan con frialdad. Desde mayo de este año el meta esloveno no consigue dejar su portería a cero fuera de casa, cuando el equipo empató a cero con el Barcelona en el Camp Nou y, de hecho, en todo el Campeonato sólo ha podido presentar una clean sheet en cinco  ocasiones, todas ellas en el Metropolitano, ante Elche, Athletic, Barcelona y Betis en Liga y ante el Oporto en el debut de la Champions. Es más: por primera vez presenta un promedio de goles superior al número de partidos jugados en Liga: 13 tantos recibidos en 12 jornadas. Lo nunca visto.

La pregunta que todos se hacen es:¿hasta qué punto es responsabilidad de Oblak? La mayoría coincide en que el agujero viene más por el centro de la defensa que por la portería, pero sí que es cierto que en algunos goles encajados dio la impresión de que podía hacer algo más. Por ejemplo, en los dos recibidos en el Metropolitano ante la Real Sociedad.

Oblak, con cinco trofeos Zamora a sus espaldas, es un tipo que rechaza el histrionismo y que apenas se deja ver, aunque su peso en el vestuario es enorme. Tampoco se prodiga demasiado en redes sociales. Su último mensaje en Twitter es del 25 de octubre y es muy espartano.