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EL URUGUAY VOLVIÓ A SALIR DE ROSITAS TRAS UNA ACCIÓN ANTIDEPORTIVA CON IGNASI MIQUEL

Luis Suárez, licencia para agredir

Luis Suárez volvió a protagonizar otra acción polémica ante el Málaga. Con 0-2 en el marcador favorable al Barcelona, en un partido en el que los malacitanos jugaban con uno menos y con el encuentro a punto de llegar a su fin, el uruguayo agredió a Ignasi Miquel. En esta ocasión, el delantero barcelonista vio la amarilla -forzada para no jugar ante el Athletic y limpiarse de cara a lo que queda de liga-, pero de nuevo fue insuficiente. El charrúa volvió a ver como tiene impunidad total a la hora de golpear de manera injustificada a sus rivales.

Y es que comienza a ser habitual ver al jugador envuelto en polémicas y sin recibir sanción de ningún tipo. Al contrario que cuando jugaba en el Liverpool, que tuvo que ser sancionado por la federación inglesa por morder a un rival. Exactamente lo mismo que le ocurrió cuando también mordió a Chiellini en el Mundial de Brasil. Desde entonces, ha salido impune de cada acción antideportiva que protagoniza. Y no han sido pocas.

Málaga, Valencia, Granada, Real Sociedad, Deportivo, Real Madrid, Atlético, Getafe o Alavés han sido algunos de los equipos que han visto marcharse de rositas al delantero barcelonista tras agredir a uno de sus jugadores. La última fue hace poco más de un mes, cuando agredió a Vezo. Días antes, frente al Alavés cogió impulso y lanzó una coz a Duarte. El conjunto vitoriano estaba planteando un partido muy serio a los azulgranas y Suárez, fuera de sí, optó por sacar su lado más sucio. Ni el árbitro,  ni el asistente vieron la acción, que fue clamorosa.

En temporadas anteriores, tampoco le vieron el pisotón en el brazo de Abdennour, mientras este estaba en el suelo, el planchazo a Filipe que le dejó el taco clavado en el pie, el codazo en la boca del estómago a Yuri o el que le propinó en la cara a Alexis y a Lombán. Es inexplicable como el jugador que más veces tendría que haber sido expulsado en los últimos años, sólo ha visto una roja en España en sus cuatro temporadas de culé.

Impunidad total

Es increíble que, después de conocer de sobra los antecedentes del jugador, los colegiados no pongan mil ojos encima suyo, como sí hacen los aficionados y el mundo del periodismo en general. Cualquier acción en la que el rival acaba en el suelo tras una pugna con Suárez suele llevar su sello. Siempre sale de rositas y nadie hace nada para evitar que no vuelva a suceder.