Vítores en la Catedral de Sevilla: Los ancestros del graffiti en clave religiosa
Los ancestros del graffiti están muy presentes en la Catedral de Sevilla, siendo uno de lugares que esconde este tipo de tesoros
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Los ancestros del graffiti están muy presentes en la Catedral de Sevilla, siendo uno de lugares que esconde este tipo de tesoros. Una obra de arte que data de época romana y que está muy presente en determinadas ciudades de España, entre las que destaca Sevilla.
La capital de Andalucía tiene una serie de elementos que la convierten en una magnífica opción de viaje. Los vitores no son exclusivos de la Catedral de Sevilla, pero es uno de los puntos donde aparecen.
Los ancestros del graffiti en clave religiosa
La definición de graffiti según la RAE: “Firma, texto o composición pictórica realizados generalmente sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie resistente”. Es en definitiva un elemento que puede acabar siendo el que marque un antes y un después en este arte urbano al que estamos muy acostumbrados.
Son ilegales, salvo que cuenten con el permiso del propietario y de las autoridades que permitan ese tipo de arte que acabará siendo el que marque un punto en concreto. Lo que actualmente es un acto vandálico si se realiza sin consentimiento y conlleva una pena, hace unos siglos quizás no lo era.
La popularización de determinadas pinturas y la libertad o las ganas de hacerse con todo el mobiliario de la ciudad ha llevado durante los últimos años a una popularización que los convierten en un elemento hasta reivindicativo. En general, la aparición de un graffiti hoy en día más allá de la firma tiene mucho que ver con una forma de denuncia.
Una oportunidad de dejar salir este arte y de decir algo que quizás no se puede decir de forma abierta. No es nada fácil descubrir qué está detrás de una serie de elementos que pueden acabar siendo los que nos acompañen en numerosas ocasiones. El paisaje urbano se forma en muchas ocasiones bajo este arte callejero que admiramos con demasiada frecuencia.
Pero hace unos siglos no era ni tan común la pintura, ni tan habitual esos actos vandálicos y de expresión sobre el mobiliario urbano. Esa especie de graffitis que aparecen en las paredes de la Catedral de Sevilla quizás te sorprendan, pero forman parte de un tiempo pasado. Pese a estar situados sobre una pared, quizás no tengan ni el mismo significado, ni la finalidad que estas pinturas que se colocan sobre las paredes de los edificios públicos.