Curiosidades

15 trucos para viajar en familia y no morir en el intento

Viajar es una de las experiencias más reveladoras para los niños de cualquier edad. Prueban comidas nuevas, descubren otros lugares, escuchan hablar en idiomas diferentes y, a la vez que abren los ojos al mundo, sus padres pasan tiempo de calidad con ellos. Pero viajar en familia también puede ser abrumador y suele generar dudas y estrés incluso desde antes de efectuar la reserva. Para que estos viajes únicamente generen recuerdos felices, Rumbo nos proponen estos propone 15 sencillos trucos:

Consejos para antes de partir

1. Hacer hueco en la maleta para la ropa y juguetes favoritos de los niños. Si no se tiene mucho espacio, siempre se puede recurrir a las socorridas bolsas de compresión.

2. En caso de viajar con un bebé, hay que prever sus necesidades extra, pero sin cargarlas en el equipaje. Un truco consiste en comprar previamente online un surtido de cosas que se pueden necesitar durante las vacaciones (pañales, comida especial…) y pedir que lo entreguen directamente en el alojamiento de destino.

Viajar en familia es muy divertido y enriquecedor, ¡aunque hay que estar preparados para todo!

3. Añadir al equipaje un elemento familiar de su habitación (almohada, peluche, lámpara…) ayudará a que los niños no echen tanto de menos sus camas y duerman mejor.

4. Estar preparados para un posible retraso en el vuelo. En el caso de los bebés, llevar pañales en el equipaje de mano puede ser muy útil, ya que comprarlos en el aeropuerto sale muy caro.

5. Aprovechar la funda del carrito para meter las cosas que no caben en la maleta de mano pero que tampoco se desean facturar.

Consejos durante el viaje

6. En un avión, y especialmente durante el despegue y el aterrizaje, los oídos de los niños sufren los cambios de presión mucho más que los de un adulto. Para los bebés conviene llevar líquidos y hacer que succionen y traguen frecuentemente. En el caso de niños más mayores masticar chicle o chupar caramelos puede ayudar a sus oídos a sobrellevar estos cambios de presión.

7. Llevar un móvil o tablet con los vídeos favoritos de los niños. Conviene asegurarse de que cubran varias horas de entretenimiento y de que la batería esté cargada al 100%.

8. Envolver una pequeña sorpresa en papel de regalo y dársela durante el trayecto. No es necesario que sea nada nuevo, puede tratarse incluso de su juguete favorito.

9. Llevar encima un cuaderno, pinturas de colores, post-its, pegatinas… y animarles a imaginar dibujando cómo será el lugar de destino. Si la batería de los gadgets falla, siempre será muy útil echar mano de métodos de entretenimiento analógicos.

Que tus hijos disfruten también del trayecto es clave para llegar a tu destino sin ningún problema

10. Una almohada hinchable o un cojín pequeño pueden ser de gran utilidad durante el trayecto. Les ayudará a dormir y también a sentirse más cómodos mientras estén sentados.

 

Consejos un vez en tu destino

11. Deshacer la maleta nada más llegar y crear zonas separadas y ordenadas, ya sea en un hotel o en un apartamento, sin olvidar la zona de juegos. Ayudará a crear un espacio cómodo y familiar en el que tanto niños como adultos se sientan como en casa.

12. A la hora de comer fuera, llevar un ‘kit infantil para restaurantes’ que contenga, por ejemplo, servilletas con sus personajes de dibujos favoritos, pinturas para colorear, papeles… No todos los restaurantes están preparados para recibir niños, por lo que conviene ir bien preparado de casa.

13. Para comer o cenar fuera, adelantar la hora. Puede que a primera vista la idea de comer a la una o cenar a las siete de la tarde no parezca lo más normal. Sin embargo, tiene muchas ventajas: ayuda a encontrar sitio sin tener que esperar colas o hacer reservas, hay más silencio e incluso ofrece más posibilidades de tener espacio extra junto a la mesa, algo imprescindible si se lleva un carrito de bebé.

14. Olvidarse de las agendas, ser flexibles e intentar improvisar, aunque siempre dentro de un orden. Por las noches, y antes de ir a dormir, una buena idea consiste en planificar juntos las actividades del día siguiente. Tener en cuenta las opiniones de los niños y hacer que participen en las decisiones del viaje hará que lo vivan con más entusiasmo.

15. Que los adultos sean un poco niños también. Bajar el ritmo, dilatar las experiencias y no tener prisa por llegar a los sitios. Disfrutar, en definitiva, de cada descubrimiento sin pensar en lo que vendrá después. Eliminará el estrés de todos los miembros de la familia y ayudará a que la experiencia del viaje sea todavía más positiva.