Todo lo que no sabías acerca de los antibióticos
Los antibióticos permiten combatir enfermedades muy graves
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Los antibióticos son los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de infecciones por bacterias o gérmenes, y su función es apoyar las defensas del organismo para combatir la infección.
Pero no todos los antibióticos son iguales, no todos son eficaces para todas las enfermedades ni se consumen de la misma forma, por eso conocer sus efectos te ayudará a saber cómo utilizarlos adecuadamente.
Lo que no sabías sobre los antibióticos
Recuerda, son inútiles ante los virus. Se utilizan para actuar frente a las bacterias, pero son inútiles si se trata de un virus. Por eso la gripe común y otras enfermedades virales no se tratan con antibióticos.
Existen dos tipos de antibióticos, y son las sulfamidas, que son bacteriostáticas (detienen la multiplicación y crecimiento de las bacterias), mientras que las penicilinas son bactericidas, es decir, matan los gérmenes.
Estos dos tipos diferentes de antibióticos no pueden tomarse al mismo tiempo.
Son diferentes según las edades. La fabricación del antibiótico comúnmente varía en función de la edad del paciente. Si es para niños puede venir en gotas, mientras que para pacientes adultos, probablemente su presentación será en cápsulas.
El tratamiento debe seguirse hasta el final siempre. Muchos pacientes dejan de tomar los antibióticos cuando se sienten mejor, pero esto es un error. En general se deben tomar durante 8 días seguidos o respetar las indicaciones del médico.
No deben mezclarse con ciertos fármacos. Y es que, si estás tomando sedantes o anticonceptivos orales, consulta a tu médico antes de tomar antibióticos. Tampoco debes consumirlos si estás embarazada.
Pueden provocar alergias. O sea, que algunos antibióticos pueden provocar en pacientes alérgicos algunos síntomas, como erupciones o pequeñas molestias en la piel.
Nunca deben auto recetarse, jamás. Un antibiótico ataca los gérmenes pero también reduce las defensas, por lo cual no es siempre la mejor opción.
Recuerda, deben tomarse exclusivamente por prescripción médica.
Son todos diferentes. Y es que, algunos antibióticos son eficaces ante una gran cantidad de gérmenes patógenos, pero otros no lo son. Por ello es imprescindible que el médico sea quien decida cuál es el mejor antibiótico según la enfermedad del paciente.
No todos se consumen de la misma forma, no lo olvides. Y es que, por ejemplo, las sulfamidas se deben tomar después de comer, mientras que otros deben consumirse junto con las comidas.
La única condición, igual en todos ellos, es que no se pueden consumir junto con bebidas alcohólicas, pues estas interactúan con sus efectos.