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Sólo necesitas una esponja y un rotulador: la mejor forma para limpiar los rieles de las ventanas como un profesional

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Limpiar los rieles de las ventanas puede parecer una tarea complicada, pero con este truco descubrirás que puedes hacerlo de una manera muy rápida y sencilla, como si fueras un profesional. Para ponerlo en práctica, solo necesitas dos cosas que seguro tienes por casa: una esponja y un rotulador.

Cabe destacar que los rieles de las ventanas son una de las zonas del hogar donde más suciedad se acumula. Además de polvo y óxido, aquí se pueden resguardar otros elementos transportados por el aire, como pequeña piedras y hojas. Para que esta suciedad no afecte al funcionamiento de las ventanas, es esencial limpiar los rieles al menos una vez por semana.

El mejor truco para limpiar los rieles de las ventanas

Transformar un estropajo de lavar platos en una herramienta perfecta para limpiar los rieles de las ventanas es más sencillo de lo que parece. Solo tienes que hacer una pequeña modificación en la esponja para que se ajuste perfectamente, ¡y listo! Estos son los pasos a seguir:

  1. Coloca la esponja sobre los raíles de la ventana y utiliza un rotulador para marcar los puntos donde se encuentran.
  2. Luego, con un cúter, haz un pequeño corte en cada uno de esos puntos marcados. De esta manera, la esponja quedará adaptada a la forma de los raíles de la ventana.
  3. Una vez que la esponja esté preparada, simplemente humedécela con agua y jabón y pásala por el espacio entre los raíles. Con unas cuantas pasadas, el marco de la ventana quedará limpio y como nuevo en un abrir y cerrar de ojos.

Como puedes comprobar, el truco no puede ser más sencillo. Ahora es el momento de ponerlo en práctica y hacer que los rieles queden impecables. Recuerda la importancia de desinfectar el estropajo de vez en cuando para que siga cumpliendo su función.

Aunque la lejía es el método tradicional para desinfectar, los estropajos con esponja no resisten bien este producto, ya que los deteriora. Por eso, una alternativa efectiva es usar el microondas. Después de lavar el estropajo y asegurarte de que no queden restos de suciedad, colócalo húmedo en un plato y mételo en el microondas durante 3 minutos. Ten cuidado al sacarlo, ya que estará muy caliente. El calor generado elimina eficazmente bacterias y gérmenes, dejando el estropajo limpio y desinfectado.

Una alternativa para desinfectar el estropajo consiste en utilizar un método que aprovecha las altas temperaturas. Para ello, llena un cazo con agua, añade 3 cucharadas de sal y medio vaso de vinagre blanco, y ponlo a hervir. Una vez que el agua esté hirviendo, retira el cazo del fuego y sumerge el estropajo en él. Deja que repose en el agua caliente durante toda la noche o varias horas. Al día siguiente, escúrrelo y déjalo secar completamente.

Las mejores soluciones caseras de limpieza

El vinagre es un limpiador altamente efectivo y versátil, con propiedades desinfectantes y desengrasantes. Al combinarlo con zumo de limón, se obtiene un potente limpiador casero que elimina la necesidad de productos químicos abrasivos. Para recuperar el brillo de grifos, fregaderos y duchas, basta con frotar las superficies con un trapo humedecido en esta mezcla de vinagre y zumo de limón. Además, el vinagre es excelente para combatir la acumulación de cal en el baño, dejando las superficies relucientes y sin manchas.

Para una limpieza rápida y natural del horno, prueba este sencillo truco: exprime un limón en un bol con agua y añade las cáscaras. Caliéntalo en el horno a temperatura media durante cinco minutos. El aroma fresco del limón eliminará los olores no deseados, mientras que el vapor generado por la mezcla suavizará las salpicaduras de grasa y suciedad. Una vez transcurrido el tiempo, simplemente retira el bol con cuidado y usa un trapo humedecido en agua tibia para limpiar las superficies del horno. Verás cómo las salpicaduras se desprenden fácilmente, dejando tu horno limpio y fresco de forma natural.

¿Sabías que el aceite de oliva no solo es ideal para aliñar ensaladas, sino también para limpiar y dar brillo a superficies de acero inoxidable? ¡Así es! Este producto tan versátil puede ayudar a que el suelo de tu cocina o tus electrodomésticos recuperen el brillo del primer día.

Para evitar que una prenda nueva destiña, sumérgela en agua con sal antes de lavarla por primera vez. La sal ayudará a fijar los colores y evitará que se transfieran a otras prendas. Pero eso no es todo, ¡la sal también es un excelente desengrasante natural! Por ejemplo, puedes utilizarla para limpiar la plancha. Simplemente, coloca sal gorda sobre un trapo viejo y enciende la plancha. Frota la base de la plancha sobre el paño con sal, moviéndola hacia adelante y hacia atrás. Verás cómo desaparecen todas las manchas de grasa. ¡Un truco fácil y efectivo para mantener tus prendas y electrodomésticos impecables!