Estábamos equivocados: esta es la causa real por la que puedes sufrir un corte de digestión
Un experto explica la realidad sobre los cortes de digestión y porqué se producen
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Cómo evitar un corte de digestión
Ahora que estamos en verano, es fácil que alguien nos diga que tengamos cuidado con los cortes de digestión si después de comer nos metemos en el mar o en la piscina. Puede que nosotros mismos se lo digamos a nuestros hijos que suelen tener menos paciencia a la hora de volver al agua. Pero ¿es cierto que tengamos que esperar al menos dos horas después de comer antes de bañarnos de nuevo? ¿Si no lo hacemos acabaremos con un corte de digestión? Lo cierto es que estábamos equivocados ya que esta es la causa real por la que puedes sufrir un corte de digestión.
La causa real por la que puedes sufrir un corte de digestión
Gracias a las redes sociales y en concreto a Instagram, hemos averiguado la verdad sobre los cortes de digestión y que ha sido explicada por la cuenta @deporfer_towers, centrada en el mundo del deporte aunque también encontramos vídeos como este en el que se explica porqué algunas personas acaban con un corte de digestión tras entrar en el agua y no, la razón, no tiene que ver por haber comido hace poco.
Lo que en realidad se produce es el síndrome de hidrocución
Desde la cuenta se explica que el corte de digestión por meterse al agua después de comer es un mito popular. Explica que lo que realmente ocurre cuando nos metemos en el agua fría después de comer es una reacción del organismo llamada hidrocución, que consiste en un reflejo vagal que provoca una disminución del ritmo cardíaco y de la presión arterial, lo que puede causar mareos, náuseas, vómitos o incluso pérdida de consciencia y en casos más graves que te falte el aire y un fallo cardiaco que se traduce en una muerte súbita.
El experto aclara que la hidrocución no tiene nada que ver con la digestión, sino con el contraste térmico entre el cuerpo y el agua ya que puede que hayamos estado horas pasando calor y queremos refrescarnos en un agua cuya temperatura es menor. Por eso, dice que no importa si hemos comido mucho o poco, o si hemos hecho ejercicio o no, sino que lo que hay que hacer es entrar al agua de forma progresiva y evitar los cambios bruscos de temperatura. Solo así evitas el corte de digestión.
El experto recomienda en concreto, meterse en el agua poco a poco y mojando primero, ingles, axilas y cuello. De este modo podrás entrar al agua de forma segura y sin que tu cuerpo no note un cambio demasiado fuerte de temperatura.