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El embutido más sano para comer estas Navidades, según la OCU

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Aunque se puede consumir los 365 días del año, el embutido es uno de los productos que más habitualmente se sirven en Navidad. El jamón o el chorizo, por ejemplo, forman parte de la tradición culinaria de nuestro país en estas fechas. Pero, ¿cuál es el embutido más sano para comer estas Navidades? Para responder a esta cuestión, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio.

En la gran mayoría de casos, su alto contenido en grasas y sal hace que los embutidos sean alimentos que los nutricionistas solo recomiendan consumir de manera ocasional. Uno de los resultados más interesantes del estudio es que los embutidos más consumidos en España son los siguientes, con un volumen total de 400.000 toneladas anuales: jamón curado, jamón cocido, chorizo, pavo y salchichas.

Sin embargo, la OCU advierte de que la mayor parte de estos productos no son saludables porque contienen un exceso de sal, grasa, e, incluso, aditivos. Por esta razón, lo más común es que los embutidos reciban bajas calificaciones, aunque hay algunas excepciones.

Teniendo en cuenta, ¿cuál es el embutido más sano que servirle a nuestros seres queridos estas Navidades? El mejor según la OCU es el jamón cocido o la pechuga de pollo y pavo porque tiene un contenido en grasa muy bajo, aunque su contenido en sal sigue siendo alto como el del resto de embutidos. Claro que también es posible encontrar este tipo de productos con niveles de sal reducidos.

¿Carne o fiambre?

Muchas veces, con solo ver que un embutido lleva pollo o pavo ya damos por hecho que es saludable. Pero lo cierto es que es importante tener una serie de consideraciones a la hora de elegir el alimento que vamos a consumir. La diferencia entre la carne y el fiambre es que este último tiene una cantidad mucho más elevada de grasas y conservantes.

Por lo tanto, lo primero en lo que debemos fijarnos es el listado de ingredientes. El ingrediente principal si se trata de una pechuga de pavo, debe ser precisamente el pavo. Lo ideal es que constituya más de un 80% o, mejor aún, un 90% del producto.

Cuanto más larga sea la lista de ingredientes, más se han modificado sus propiedades naturales. En el mercado podemos encontrar muchos productos de este tipo en los que el porcentaje de ingredientes añadidos supera al que debería ser el ingrediente principal.

En lo que respecta a la sal, la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo diario de 5 gramos.