Los científicos ya saben cuál es el motivo por el que nos duele la cabeza cuando bebemos vino tinto

• Janire Manzanas
• Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.
• • 06/12/2023 10:40
  • Actualizado: 06/12/2023 10:40

¿Sabías que, de todas las bebidas alcohólicas que provocan dolor de cabeza, el vino tinto se encuentra en primera posición? En el 37% de los casos de pacientes con cefalea, se ha encontrado que esta puede ser desencadenada por el consumo de alcohol. La resaca que sigue al consumo de alcohol frecuentemente provoca intensos dolores de cabeza.

Sin embargo, los dolores de cabeza relacionados con el vino tinto presentan diferencias notables. Mientras la resaca generalmente se manifiesta al día siguiente, el vino tinto puede ocasionar dolor de cabeza en un lapso de tiempo que oscila entre 30 minutos y tres horas después de haberlo consumido.

Entre las bebidas alcohólicas que pueden desencadenar cefaleas, el vino tinto ocupa una posición destacada. Según una revisión de estudios, se identificó como factor desencadenante en un 28% de los casos. En comparación, los licores destilados representaron un 14%, el vino blanco un 10% y tanto la cerveza como el vino espumoso también un 10%. Cabe señalar que los dolores de cabeza pueden surgir tras el consumo de una o dos copas de vino tinto, no siendo necesaria una cantidad considerable para provocarlos.

¿Por qué el vino tinto produce dolor de cabeza?

El vino tinto ha sido objeto de estudio en relación con el dolor de cabeza, y se han propuesto varias teorías para explicar esta relación. Una diferencia clave con otros tipos de vinos es su proceso de maceración junto con las pieles de las uvas tintas, otorgándole su color característico, mientras que en los vinos blancos generalmente se elimina la piel. Las pieles contienen ciertos compuestos destinados a proteger las uvas de los insectos, bacterias y hongos. Estos compuestos son considerados, según las teorías más aceptadas, como posibles causantes del fenómeno.

Los taninos son compuestos pertenecientes a la familia de los polifenoles que se encuentran en la piel, las semillas y los tallos de las uvas. Los taninos también hacen que el cuerpo libere serotonina, lo que puede provocar dolores de cabeza en algunas personas. Los vinos tintos tienen más taninos que los blancos. Los taninos también son los responsables de la sensación de sequedad en la boca que se experimenta al beber vino tinto.

A pesar de que los sulfitos se encuentran en mayor cantidad en los vinos blancos y espumosos, se sospecha que su presencia en el vino tinto también podría contribuir a provocar dolores de cabeza en ciertas personas.

La piel de la uva contiene histamina, y el vino tinto, elaborado con la uva entera, tiene un contenido de histamina mayor en comparación con el vino blanco, que se elabora sin la piel y tiene un contenido menor de esta sustancia. La sensibilidad a la histamina podría hacer que algunas personas sean más propensas a experimentar dolores de cabeza, especialmente aquellas con deficiencia en la enzima responsable de metabolizar las histaminas. Otras aminas presentes en el vino tinto, como la feniletilamina o la tiramina, también podrían tener efectos similares.

Un estudio reciente publicado en la revista ‘Nature’ propone una explicación alternativa sobre el dolor de cabeza inducido por el vino tinto. Se centra en la quercitina, un antioxidante y antiinflamatorio presente en diversas plantas y vendido como suplemento en herbolarios. La combinación de quercitina con el alcohol del vino podría desencadenar dolores de cabeza, según este estudio en fase in vitro. Sin embargo, los investigadores sugieren que se requieren más pruebas en humanos para validar esta hipótesis.

Algunos estudios pequeños sugieren que tomar paracetamol antes de beber vino podría ayudar a prevenir el dolor de cabeza. Sin embargo, esta práctica no es recomendable debido a que la combinación de paracetamol y alcohol, en ciertas cantidades, puede resultar tóxica para el hígado.