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El apodo despectivo que algunos españoles usan para referirse a los catalanes: no les gusta nada

El origen de este término podría remontarse al siglo XVIII

Los secretos detrás de los nombres: se desvelan los apodos de los reyes españoles

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En el contexto de la diversidad cultural y lingüística de España, los apodos despectivos han sido una constante a lo largo de la historia, reflejando las tensiones y rivalidades entre distintas regiones. En este contexto, hay un término que se utiliza en algunas partes de España para referirse a los catalanes, el cual ha suscitado un notable rechazo en esta comunidad autónoma. Este apodo, cargado de connotaciones negativas, ha sido objeto de debate y controversia, ya que va más allá de una simple broma o estereotipo, tocando fibras sensibles relacionadas con la identidad y el orgullo regional. El uso de este término despectivo no sólo refleja una visión sesgada y a menudo prejuiciosa hacia los catalanes, sino que también perpetúa estereotipos que pueden ser dañinos.

El rechazo hacia este término resuena en la comunidad catalana, que ve en él una falta de respeto hacia su historia y valores. Además, la persistencia de este apodo en el discurso popular pone de manifiesto la necesidad de promover una mayor comprensión y respeto entre las distintas regiones de España. En lugar de perpetuar estereotipos negativos, es fundamental fomentar el diálogo y la empatía para construir una sociedad más inclusiva y respetuosa con la diversidad cultural que caracteriza al país.

‘Polaco’, el apodo despectivo para referirse a los catalanes

En España, el pseudogentilicio «polaco» se utiliza despectivamente para referirse a los catalanes, pero su origen es incierto y está rodeado de varias teorías. Una explicación antigua sugiere que el término proviene de la Guerra de Sucesión (1700-1714), cuando un batallón de mercenarios polacos luchó junto a los catalanes, y el apodo podría haberse transferido a ellos.

Otra teoría apunta al siglo XIX, cuando un gabinete ministerial catalán fue apodado «los polacos» debido a la inestabilidad política, lo que podría haber influido en el uso del término. En el siglo XX, algunos creen que la Guerra Civil española y la presencia de brigadistas polacos en Cataluña podrían haber contribuido al apodo, aunque esta idea carece de pruebas definitivas. Sin embargo, una explicación más verosímil relaciona el término con la ocupación franquista de Cataluña y la invasión nazi de Polonia en 1939, creando un paralelismo que se extendió al lenguaje popular.

También se sugiere que el apodo podría haberse originado por la percepción del catalán como un idioma incomprensible, similar al polaco. A pesar de estas teorías, el verdadero origen del término sigue sin esclarecerse.

Guerra de Sucesión (1700-1714)

La Guerra de Sucesión Española surgió tras la muerte sin descendencia de Carlos II, último de los Habsburgo en España. El conflicto enfrentó a los partidarios de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, y a los del archiduque Carlos de Austria, apoyado por una coalición que incluía a Austria, la República Neerlandesa y Gran Bretaña.

Aunque inicialmente dominaron los franceses, tuvieron que adoptar una postura defensiva después de 1706. En España, la guerra se convirtió en una guerra civil entre borbónicos y austracistas, que culminó en la rendición de Barcelona en 1714 y de Mallorca en 1715.

Con la muerte del emperador José I en 1711, el archiduque Carlos se convirtió en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, lo que hizo que el gobierno británico considerara innecesaria la continuación del conflicto. Esto llevó a la firma del Tratado de Utrecht en 1713, seguido de los tratados de Rastatt y Baden en 1714, confirmando a Felipe V como rey de España, pero renunciando a sus derechos al trono francés.

Las principales consecuencias incluyeron la pérdida de territorios europeos para España, la abolición de las leyes de la Corona de Aragón, y concesiones territoriales y comerciales para Gran Bretaña.

Otros apodos comunes

Los estadounidenses reciben diversos apodos que reflejan tanto estereotipos como actitudes hacia ellos. «Gringo» es el término más común y se utiliza e en varios países de habla hispana para referirse a los extranjeros, especialmente aquellos de habla inglesa. Su origen más aceptado es una deformación del término «griego», utilizado para describir una lengua incomprensible, similar a «griego» o «chino» en contextos modernos. Aunque la RAE define «gringo» como extranjero, en la práctica se aplica predominantemente a los estadounidenses.

«Yanqui» proviene del inglés «yankee» y tiene sus raíces en el siglo XVIII. Originalmente se usaba para describir a los habitantes de Nueva Inglaterra, pero durante la Guerra de Secesión se extendió para referirse a los estadounidenses en general. En Cuba, «yuma» es otro término para los estadounidenses, derivado de una deformación de «United States» o de la película de western «3:10 to Yuma».

Finalmente, «gabacho», originalmente un término utilizado para referirse a los franceses en España, ha sido adoptado en México para referirse a los estadounidenses. Aunque no siempre tiene una connotación negativa, este término refleja el impacto de las influencias culturales y políticas. Estos apodos no sólo ilustran las relaciones internacionales, sino también las percepciones y prejuicios que han evolucionado con el tiempo.