La joyería abarca tantos estilos que cuando sentimos un flechazo por una joya la admiramos como si de una obra de arte se tratase. Esa ilusión incrementa cuando descubrimos que ha sido creada por una firma de joyas nacional. Existen infinitas marcas dedicadas a la joyería, pero cuando nos referimos a aquellas –únicamente– made in Spain el abanico se reduce (y mucho). Si cuando encontramos un brazalete o un anillo especial sentimos tal vínculo con las joyas que pasan a formar parte de nuestro día a día, imagina cuando se le suma el añadido de saber que ha sido creada desde el amor y la pasión mutua entre una madre y una hija. Entonces, se vuelven tesoros, con más valor sentimental que material.
Clara y Beth más que una marca es un legado familiar. Se trata de una firma de joyas creada por una madre y una hija. Juntas han vivido experiencias relacionadas con la estética, debido a que Elisabeth, la madre, regenta una boutique de complementos exclusivos desde hace más de 31 años en San Sebastián. Ambas dan vida a exquisitas piezas de joyería, en las que las piedras preciosas son protagonistas. «Clara es más clásica mientras que Elisabeth es más fantasiosa y las creaciones son el punto de encuentro», explican con mucho cariño.
Sigue leyendo para conocer Clara y Beth, la firma de lujo artesanal que diseña y crea cada una de sus joyas –las cuales fusionan vanguardismo con clasicismo– en una de las ciudades con más encanto de nuestro país: San Sebastián.
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Pregunta: ¿Cuál es vuestra historia? ¿Cuándo deciden madre e hija emprender un camino profesional juntas?
Respuesta: «Clara y Beth surge de una necesidad creativa y de la pasión de ambas por este mundo. Elisabeth tiene una gran experiencia en el sector de los complementos y las joyas, y Clara pasión por la moda y la dirección creativa. Madre e hija nos unimos en 2022 para crear una marca que aportara una nueva visión de la joyería, pensada para aquellos que aprecian y admiran el arte y la belleza. Siempre hemos sentido curiosidad y fascinación por el mundo de la estética, la decoración y las joyas, y creímos que este proyecto podría englobar todo aquello que apreciamos».
P: ¿Qué estilo define vuestras joyas? ¿Qué perfil de mujer os escoge?
R: «Nuestro estilo combina un toque de extravagancia y fantasía con mucho refinamiento. Nuestras joyas tienen un estilo que perdura, entre lo clásico y lo bohemio. Creemos que, en general, el perfil de cliente que apuesta por Clara y Beth son mujeres con especial sensibilidad por la estética, pero que también valoran mucho las cualidades atemporales que tienen nuestras piezas y la dedicación que hay detrás de cada diseño».
P: Las piedras preciosas y las gemas son protagonistas en vuestras joyas. ¿Ha sido así desde el nacimiento de la firma en 2022? ¿Cómo han evolucionado desde entonces?
R: «Sí, la selección de las piedras naturales es de extrema importancia para nosotras y es el origen de nuestras colecciones. Son elementos esenciales y ponemos todo nuestro esmero en encontrar estas piedras con particularidades propias (vetas, impurezas, irisaciones…). Una vez encontramos estas gemas con alma, las revestimos con piedras preciosas como pueden ser los zafiros (en el caso de la colección Perpetua) o las turmalinas (en el caso de la colección Nómada).
Esta mezcla aporta por una parte, luz y clasicismo, gracias a las piedras preciosas, y por otra, modernidad, debido a la mezcla de las gemas irregulares y hermosas con las preciosas. La esencia sigue siendo la misma, la marca evoluciona y crece con las colecciones así como nuestra imaginación».
P: ¿En qué os inspiráis a la hora de crear nuevas colecciones?
R: «Nuestra inspiración principal es la naturaleza, el arte, las historias, los viajes y nuestras vivencias, así como épocas pasadas. Por ejemplo, nuestra última colección, Nómada, destaca por estar compuesta de joyas inspiradas en la vastedad de los paisajes y las formas naturales. Los diseños que componen la colección tienen desde elementos tribales, hasta detalles orgánicos, para conseguir una fusión de estilos que hacen de cada pieza algo auténtico y único».
P: Clara y Beth apuesta por la artesanía. ¿Cuál es el proceso de producción de vuestras joyas? ¿Dónde las fabricáis?
R: «Toda la producción se hace de principio a fin en España. Para empezar, la fase de diseño surge en nuestra ciudad natal, San Sebastián, en nuestra casa. Para la producción, trabajamos de la mano de talleres artesanos en diferentes lugares de España que se encargan de reproducir el modelo diseñado y tallar las piedras para ensamblar cada joya. Al ser piedras naturales y de acabado manual, cada joya es única y no hay dos iguales, creemos que es ahí donde radica la belleza de nuestras piezas».
P: ¿Qué intentáis ofrecer a vuestras clientas a través de vuestras joyas?
R: «Todas nuestras piezas guardan la esencia de Clara y Beth. Una nueva visión de la joya, en el sentido de que nos encanta mezclar vanguardia con clasicismo. Nosotras siempre hemos querido ofrecer sofisticación, elegancia, exclusividad y autenticidad con nuestras joyas».
P: Vuestro sello es, sin duda, firmar con un zafiro azul. ¿Cómo surgió la idea? ¿Por qué escogisteis esta piedra?
R: «Hace referencia al origen Clara y Beth, que más que una marca, se trata de un legado familiar. En el año 1991, Elísabeth (antes de nacer Clara) abrió las puertas de Atlantis, una boutique en el corazón de San Sebastián dedicada a ofrecer complementos únicos y cuidadosamente seleccionados. Desde el inicio, Atlantis no sólo fue una tienda, sino un espacio que representaba la pasión de Elisabeth por lo artesanal, lo bello y lo auténtico. Atlantis tiene un característico color azul ultramar como color corporativo y el zafiro es un homenaje a esta historia viva«.
P: ¿Cuál es vuestro best seller? Y cuál es la pieza a la que más cariño tenéis?
¿Por qué?
R: «Nuestro best seller es el Anillo Dune de Nómada. Una pieza que recuerda a las dunas del desierto, que hace soñar con viajes y con lugares inexplorados». Elisabeth, añade que: «Me gusta mucho el pendiente Flecos de la colección Perpetua porque evoca épocas pasadas por sus formas rectangulares, el movimiento de los flecos y porque a la vez pienso que es sofisticación, clasicismo y vanguardia. También me encanta el brazalete Dune en plata. Me imagino una serpiente que me rodea el brazo y el cielo estrellado del desierto».
Clara afirma: «Mis piezas favoritas son las piezas cumbre de las dos colecciones, es decir, los pendientes dobles de la colección Perpetua y el pendiente Dolmen de nuestra segunda colección Nómada. Son piezas muy particulares, pero que reflejan muy bien el alma de la marca y son la máxima expresión de cada colección. Me gusta porque es un diseño sin límites que requiere trabajo, tiempo y reflexión que sólo puede darse trás haber diseñado primero toda la colección».
P: ¿Por qué aconsejáis invertir en joyas elegantes y de colección en vez de en joyas temporales que siguen las últimas tendencias?
R: «Pensamos que una joya debe escogerse porque una se siente identificada con ella y refleja su personalidad independientemente de las tendencias del mercado. Para nosotras lo importante es que te sientas identificada y única con ella, una joya que hable de ti y que resalte tu ser más genuino».
P: ¿Creéis que el vínculo tan especial y mágico que os une como madre e hija se refleja en vuestras joyas? ¿De qué manera?
R: «Sin duda, vemos reflejado nuestro vínculo en cada joya. Ya no sólo por el zafiro azul, sino por toda la dedicación y pasión que ponemos ambas en este proyecto que nos une más que nunca. Clara es más clásica mientras que Elisabeth es más fantasiosa y las creaciones son el punto de encuentro«.
