El ser humano es un claro coleccionista de historias. Todos lo somos, en una u otra medida. Son momentos, son olores, sensaciones y son compañías, entre otros elementos insustituibles, los que hacen que algunos productos e instantes cobren el sentido y el significado que valdría la pena luchar por recuperarlos toda una vida. El vino, me atrevería a decir, está presente en los mejores. Cualquiera de ustedes probablemente coincidan en que la eterna búsqueda de la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas con significado, la Corporación Masaveu, también lo hace. Hemos decidido trasladarnos hasta una de sus bodegas más especiales. Te contamos todo sobre Pagos de Araiz, una de las bodegas españolas a tener en cuenta para tu próximo viaje de enoturismo.
Un destino vitiviníocola singular, entre naturaleza y arte
La entidad, con sede en Oviedo, mantiene en pie siete agrupaciones que abarcan distintas inversiones entre las que reconocemos Bodegas, Industria, Aparcamientos, Inmobiliaria, Medicina, Internacional y Arte. En esta ocasión, nos centramos en una de las más vinculadas a la experiencia y relacionada con una de las fortunas de nuestro país: el vino. José Masaveu, director general de Masaveu Bodegas, como anfitrión principal, nos dio la bienvenida más cálida en la que nos contó el relato de la creación de todos estos proyectos que confluyen en el trabajo constante y saber hacer.
Su historia, la de toda una vida dedicada a la empresa, desde la que expresó su pasión por el campo, es el culmen de un sinfín de proyectos, aprendizajes y éxitos de la que también nace uno de los últimos conceptos y probablemente sueños cumplidos. Con tesón, estudios que lo llevasen a la perfección y con el desarrollo de una fórmula propia. Ese es la creación de una sidra de Hielo (bajo el nombre de Valverán), con la que sorprender a los comensales de cualquier evento gastronómico y que acaba de ser premiada con el Gran Oro en la tercera edición del Concurso Internacional de Sidras CINVE 2022.
Esta ubicación, con un 100% D.O Navarra, se encuentra muy cerca de Olite. Un encantador municipio de aire medieval, y una de las opciones clave para hospedarte y seguir descubriendo España durante tu travesía vitivinícola. A pocos minutos, Pagos de Araiz nos recibe con un camino guiado por pinos que desembocan en unas instalaciones con vistas a uno de los amaneceres más bellos de la zona.
La profesionalidad de la empresa se confirma, entre otros muchos aspectos, en la trayectoria dentro del sector de esta familia que tiene como punto de origen el año 1974 con Bodegas Murua. Esta en concreto nace en el año 2000 (fundada en el 2003), y presenta 240 hectáreas de viñedos de distintas variedades de uvas (tempranillo, graciano, garnacha, merlot, cabernet sauvignon y syrah). Apostando por la tradición, el buen beber, y poniendo en alza esa sabiduría que les lleva a estar entre las mejores bodegas de España.
Pagos de Araiz Rosé, Rosado, Joven, Roble, Crianza, Blaneo Chardonnay, Blaneo Garnacha, y Blaneo Syrah, son los nombres de las maravillas que se crean en esta bodega y que podrás degustar a través de diferentes actividades culturales que la misma empresa propone.
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Uno de los componentes esenciales para crear las mejores experiencias es el fluir y el dejar llevar la imaginación. Algo que tienen muy presente y que acompañan en este caso concreto, con innovación tecnológica para obtener vinos de óptima calidad. Teniendo en cuenta el impacto medio ambiental y una ínfima repercusión negativa sobre él, consiguiendo el sello Wineries For Climate Protection. Todo ello gracias al control de viñedos vía satélite, estaciones meteorológicas, depósitos de acero auto vaciantes de remontados automáticos, control de temperatura y humedad…
Su seña de identidad, que mantienen en cualquier cata a ciegas, son vinos libres y sin complejos; aunque presentando la genuinidad y la calidad que les hace estar en lo más alto. Cada uno presenta un proceso lento, en el que varios profesionales trabajan para hacer disfrutar al cliente y que éste se identifique con momentos, con sensaciones y, por supuesto, con sabores.
La cultura, siempre presente en los proyectos que abarca la familia Masaveu hace de cualquier visita un recuerdo a perdurar en nuestra memoria y por qué no, a recomendar a nuestros seres más queridos. No hay mejor sensación que la de estar a gusto, descubriendo el mundo con calma, con una copa de buen vino, rodeados de naturaleza, y con buena compañía. Por eso, durante esta visita, otra de las sorpresas es la estrecha vinculación que les relaciona con el universo artístico. Ya que alberga en su interior muestras de obras de arte de una importancia considerable, así como un interiorismo y mobiliario cuidados que crean una atmósfera muy especial.
Entre amaneceres o atardeceres, brindis y buen vino, crea tu propia historia
¿En cuanto a tu visita? Hay muchas formas de organizarla. El primer paso sería tener claro quién será tu acompañante. A partir de ahí, comienza a soñar, porque las opciones son infinitas. Esta bodega regala la oportunidad de personalizar tu encuentro con sus vinos y la historia que les rodea. Tan solo deja volar tu imaginación. ¿Por qué no organizar una clase de pintura al aire libre en la que poner a prueba tus dotes artísticas tras catar los vinos? ¿Serías capaz de relatar tu propia historia de esta visita a través de un lienzo?
Pagos de Araiz, además, alberga diferentes rincones perfectos para celebrar eventos o reuniones familiares en los que no faltará ni el más mínimo detalle. Pero si lo que buscas es vivir momentos de desconexión, paz, y encuentro contigo mismo, sus mágicos amaneceres y atardeceres son perfectos para conseguirlo desde una ruta en bicicleta o el traslado de la cata hasta mitad del campo. Suena bien ¿no?
Puedes contactar con ellos a través de su web.
