Comunidad Valenciana
CULTURA

Fallece el pintor alcoyano Germán Aracil que llevó su obra hasta países como Estados Unidos o China

La provincia de Alicante y con ella la Comunidad Valenciana han quedado huérfanas de uno de sus pintores más universales en los últimos tiempos. El alcoyano Germán Aracil Boronat falleció el pasado sábado, a la edad de 57 años, a causa de un cáncer. Nos deja una monumental obra, que comenzó a fraguarse en unos inicios en los que plasmó diversos rincones de su Alcoy natal en dibujos, plumillas y acuarelas para alcanzar la cima de la universalidad artística a través de obras que actualmente no sólo han obtenido el reconocimiento en España sino en países como Estados Unidos, Japón, Egipto, China o Francia.

Germán Aracil inició sus estudios en Bellas Artes en 1985 en Valencia. Y es en esa etapa cuando decidió dedicarse a la pintura tras conocer al también pintor valenciano Eduardo Sales, que ejerció sobre él una gran influencia en términos artísticos.

El autor, ahora fallecido, llevó a cabo la que fue su primera exposición en la Sala Llorens, de su Alcoy natal y en 1990 inició su proyección internacional al presentar su obra en la Sala Liz Liberatore, en la cosmopolita Nueva York. En 1992 participó en la Feria Internacional de Arte de Miami. Su proyección internacional es tal que su obra, como se ha dicho, se halla en colecciones privadas y de instituciones de países como Estados Unidos, Japón, Francia o Alemania, entre otros.

Germán Aracil, casado con Marian Domingo y padre de 3 hijos ha fallecido en su domicilio de Muro de Alcoy. Después de más de 30 años de exitosa carrera artística. Absoluto dominador de la técnica de pastel, también destacó por la excelente calidad de sus obras tanto en acuarela como en óleo.

Su pérdida no sólo es irreparable para el arte español, sino que con él se va un artista que universalizó una manera de pintar en lo que fue la gran vocación durante toda su vida. Su muerte ha causado una enorme conmoción también en Alcoy, una ciudad en la que en 2007 realizó un magnífico cartel para sus universales fiestas de Moros y Cristianos, en que se representaba un niño del bando moro y otro del cristiano, que se miraban. El motivo de la obra en que se inspiró Germán Aracil no tenía precedentes, como el propio autor descubrió tras un largo periodo en que estuvo documentándose. Descanse En Paz un artista cuya pérdida se llora en países de todo el planeta. Su obra nos acompañará siempre.