Ciencia

A prueba el primer elevador entre la Tierra y el espacio

¿Crees que un elevador entre la Tierra y el espacio es imposible? Tal vez parezca una idea de ciencia ficción, pero lo cierto es que se están poniendo a prueba los primeros intentos de este atrevido proyecto que quizás en unos años se convierta en una realidad.

La idea, como puedes imaginar, es conectar el suelo terrestre con la órbita baja de la Tierra en una especie de transbordador que hoy es solo un prototipo, pero que mañana podría ser una especie de atracción que revolucione los viajes espaciales.

Según explica la NASA, este proyecto constaría de un enorme cable que recorrería más de 35.000 kilómetros. Para que se mantenga suspendido y no caiga a tierra, poseería un contrapeso en órbita geoestacionaria, es decir, estaría en órbita terrestre acompañando a nuestro mundo en todo momento.

En nuestro planeta se construiría una alta torre que se habría de ubicar en la zona ecuatorial, que es donde menos tornados y terremotos se producen, y que serviría para darle estabilidad, ya que ahí los vientos no son muy prominentes.

Además, el cable habilitaría una serie de vías que serían las que usarían los vehículos electromagnéticos para que sus integrantes puedan subir y observar la Tierra desde miles de kilómetros de altura, por encima de nuestra atmósfera.

Cómo van las pruebas para fabricar el primer elevador entre la Tierra y el espacio

Las primeras pruebas para fabricar y hacer realidad este ambicioso proyecto las ha puesto en práctica Japón. Para ello, el país nipón va a poner en órbita dos satélites bajo la supervisión de la Universidad de Shizuoka. Estarán en la órbita de la Estación Espacial Internacional e irán conectados por un gran cable. Además, transportarán un cubo metálico que hará las veces de vehículo de transporte.

No obstante, no es sencillo encontrar material suficientemente duradero para que no se deteriore en el supuesto elevador. De momento, los japoneses están pensando en nanotubos de carbono, que están siendo desarrollado por la empresa Obayashi. Si este no funciona, pensarían en crear uno nuevo más efectivo.

En total, el proyecto es ambicioso, pues tiene un coste de 90 millones de dólares en un viaje que duraría unos 8 días en total.

Si nos atenemos a las intenciones de esta empresa, su idea es tener el elevador totalmente funcional en el año 2050. Hoy en día parece una cosa de ciencia ficción, pero mañana, quién sabe si se podría ver hecho realidad.