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Astronomía

Hallazgo sin precedentes: encuentran un planeta parcialmente habitable, pero demasiado lejos de la Tierra

Un equipo de astrónomos identificó un nuevo mundo más allá del sistema solar que plantea interrogantes sobre los límites de la habitabilidad en el universo. Se trata de un descubrimiento que desafía las concepciones tradicionales sobre lo que caracteriza en sí a un planeta parcialmente habitable.

Su ubicación, masa y órbita atípica complican su estudio, publicado en la revista Nature Astronomy. No obstante, abren la puerta a nuevas investigaciones sobre exoplanetas que podrían parecerse a la Tierra en algunos aspectos, aunque no del todo.

¿Dónde hallaron un planeta parcialmente habitable y qué tan lejos está de la Tierra?

El planeta Kepler-735c fue catalogado como una supertierra con características únicas, ubicada a 2.472 años luz de la Tierra. Su principal peculiaridad es que se trata de un planeta parcialmente habitable, es decir, su potencial para albergar vida se limita únicamente a ciertas fases de su órbita.

Kepler-735c no transita directamente frente a su estrella desde nuestra perspectiva, lo que complica su observación directa.

Aun así, su existencia fue inferida gracias a las variaciones de tiempo de tránsito (TTV, por sus siglas en inglés), un método indirecto que permite detectar planetas ocultos mediante las perturbaciones gravitacionales que ejercen sobre otros cuerpos del mismo sistema.

En este caso, los astrónomos estudiaron los tránsitos de Kepler-725b, un planeta gigante gaseoso del mismo sistema. Los datos obtenidos revelaron irregularidades que apuntaban a la influencia de un segundo cuerpo, permitiendo calcular su masa y su órbita.

Kepler-735c tiene una masa aproximadamente diez veces mayor que la de la Tierra. Su trayectoria orbital es altamente elíptica, lo que provoca que atraviese la zona habitable de su estrella sólo de manera temporal. Este comportamiento lo convierte en un planeta parcialmente habitable, sujeto a extremos climáticos difíciles de predecir.

¿Por qué los científicos no ahondaron en la posibilidad de habitar este exoplaneta?

Uno de los factores que limita el análisis de Kepler-735c es la imposibilidad de estudiar su atmósfera con instrumentos como el telescopio espacial James Webb. La razón principal es que el planeta no transita frente a su estrella desde la línea de visión terrestre, lo que impide captar la luz estelar filtrada a través de su atmósfera.

La órbita de Kepler-735c tiene una excentricidad de 0,44, mucho más pronunciada que la de la Tierra, que apenas alcanza 0,0167. Esto significa que su distancia a la estrella varía notablemente a lo largo del año orbital, provocando fluctuaciones extremas en la temperatura de su superficie.

Durante una parte de su órbita, el planeta entra en la zona habitable, un rango de distancias en el que la temperatura permite la existencia de agua líquida.

Fuera de este segmento, las condiciones pueden ser demasiado frías o demasiado calientes para sostener cualquier forma de vida tal como se conoce.

Posibilidades futuras con nuevos telescopios

La detección de Kepler-735c representa un ejemplo claro de cómo las TTV permiten descubrir mundos que no serían visibles con métodos tradicionales como la observación de tránsitos o la velocidad radial.

Estos últimos están más enfocados en planetas que orbitan cerca de su estrella y lo hacen de forma frecuente.

El lanzamiento de nuevas misiones como PLATO, de la Agencia Espacial Europea, previsto para 2026, podría ampliar el catálogo de planetas en zonas habitables mediante el uso de TTV. Este tipo de análisis permite descubrir exoplanetas con órbitas amplias, que suelen escaparse de los métodos más convencionales.

En el caso de Kepler-735c, su descubrimiento abre nuevas líneas de investigación en torno al concepto de habitabilidad.

No se trata sólo de si un planeta puede albergar vida, sino de cuándo puede hacerlo. Esta idea de habitabilidad temporal es especialmente relevante en planetas con órbitas excéntricas, como el que nos ocupa.

Científicos del Yunnan Observatories han señalado que, pese a las limitaciones actuales, este tipo de estudios proporciona información clave para entender cómo se comportan los sistemas planetarios fuera del entorno solar.

Aunque no se pueda confirmar la presencia de vida en Kepler-735c, su existencia plantea hipótesis que podrían ser verificadas con instrumentos más avanzados en el futuro.

Supertierras: la importancia de encontrar un planeta parcialmente habitable

Las supertierras como Kepler-735c representan un tipo de planeta intermedio entre los rocosos como la Tierra y los gigantes gaseosos como Neptuno.

Aunque no existen ejemplos de supertierras en el sistema solar, su descubrimiento se ha vuelto cada vez más común en las últimas décadas.

Estos cuerpos podrían tener atmósferas densas, altas gravedades superficiales y una composición interna muy diferente a la terrestre. La posibilidad de que una supertierra sea un planeta parcialmente habitable introduce variables nuevas en la búsqueda de mundos con condiciones aptas para la vida.

Factores como el vulcanismo, la tectónica de placas o la presencia de agua líquida siguen siendo especulativos en estos entornos. A falta de observaciones directas, la teoría aún domina el estudio de estos mundos.