Cataluña
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Un catalán se queda sin un paquete por negarse a confirmar en castellano su DNI al repartidor

Un ciudadano catalán se ha quedado sin un paquete que le estaban entregando a domicilio por negarse a confirmar en lengua castellana su número de DNI al repartidor. El vídeo del momento se ha hecho viral este martes. El debate está abierto ante la surrealista situación en la que un paquete se queda sin entregar por la falta de entendimiento entre dos personas que saben hablar español.

A lo largo del vídeo grabado por una cámara de seguridad se puede observar como el repartidor de la empresa GLS acude a un domicilio particular en la provincia de Gerona. Para entregar el paquete le pide el número de DNI al cliente que responde en catalán. En un primer momento el repartidor toma nota, pero no entiende alguna de las cifras. Por eso pide que le repita el número completo en español. No obstante, el morador de la vivienda se niega. Ante esta postura radical, el empleado de la compañía de transportes decide que no tiene más remedio que darse media vuelta con el paquete y marcar que éste ha sido rechazado.

El hombre que sólo quiere hablar catalán ha compartido el vídeo en sus redes sociales. Considera que ha sido «víctima de un robo». A pesar de que hablando en castellano podría haber recibido el paquete con total normalidad, reprocha: «¿Es normal que me roben el paquete en la cara porque el transportista no quiere escuchar catalán?, ¿cómo lo denuncio? ¿directamente a los Mossos?», se pregunta.

El vídeo acumula más de medio millón de visualizaciones. En este punto se ha abierto otra discusión sobre la legalidad de grabar el espacio público. Expertos en la materia auguran que la Agencia Española de Protección de Datos impondrá una importante multa al dueño de la vivienda porque no se pueden colocar cámaras de grabación apuntando a la calle. No se puede en ningún caso grabar esas imágenes con el correspondiente sonido y guardarlas en dispositivos de almacenamiento.

«Seguro que a la Agencia Española de Protección de Datos no le va a gustar que este grabando un espacio público y al empleado de GLS tampoco le va gustar que usen su imagen con esas cámaras ilegales para ese fin. ¡Suerte amigo!», ha escrito un internauta conocedor de la norma.