5 ventajas de ser madre soltera

El ritmo ajetreado de vida que impide conocer a gente, la dificultad de dar con la pareja “perfecta” o no contar con una relación pero sí con el deseo de tener un hijo son algunas de las circunstancias que llevan a muchas mujeres a tomar la decisión de ser madres solteras. Así, optan por acudir a un centro en el que someterse a una inseminación y poder hacer realidad sus sueños de tener en brazos a un pequeño del que cuidar y al que amar.

Hay quienes consideran que estas féminas, al igual que las tienen la obligación hacerse cargo por completo de un hijo porque los padres se han desentendido, no saben a lo que se enfrentan. Es decir, que se cree que realmente no saben lo duro que va a ser. Y puede ser cierto, tener un niño sola es complicado, pero sería injusto no reconocer que también trae consigo un importante número de ventajas, entre las que se encuentran las siguientes:

1-Lazos afectivos más estrechos

Indiscutiblemente, uno de los grandes beneficios que trae consigo ser madre soltera es que el cariño y el amor que se crea entre esa y su hijo es mucho más fuerte. El hecho de que ambos formen la familia, de que pasen el día juntos, de que compartan todo y de que no haya otra persona más, hace que los lazos afectivos entre los dos se fortalezcan mucho más. Y eso no sólo sucede así durante los primeros años de vida del pequeño sino durante toda la vida.

2-Sin problemas de desacuerdo

Una de las dificultades y problemas más habituales en el seno de las parejas tiene que ver con las confrontaciones que surgen a raíz de la educación de los hijos, ya que cada adulto puede contar con una visión de cómo llevar a cabo la misma. Sin embargo, a eso no tienen que enfrentarse las madres solteras, ya que estas son las que deciden qué valores inculcarles a sus pequeños, a qué colegio llevarles, cómo conseguir que aprendan ciertas normas o qué hábitos establecer en la rutina diaria.

3-Los hijos son más responsables

Otra de las grandes ventajas de ser madres solteras es que se considera que los hijos de estas suelen ser menores con un más contundente sentido de la responsabilidad. Y es que desde que vienen al mundo saben que sus progenitoras son las que se encargan de la casa, del trabajo, de su educación…Es decir, estas mujeres no tienen ayuda de nadie y eso hace que sus vástagos aprendan que, en la medida que les es posible, deben colaborar con las mismas para liberarles de cargas y para que ambas partes puedan tener una vida más tranquila y feliz.

Por eso, los menores de féminas en esa situación se considera que más pronto desarrollan sus capacidades para participar en las tareas del hogar, para llevar a buen puerto sus estudios, para quitarles cargas y problemas a sus progenitoras…Desarrollan y realizan todas estas cosas porque admiran a sus madres, las aman por encima de todo y están agradecidos de la valentía y el esfuerzo diario que llevan a cabo porque tengan todo lo que necesiten.

4-Se les puede dedicar más tiempo

Cuando se está en pareja y se tiene hijos, es imprescindible que no sólo se encuentre tiempo para estar con los pequeños, cuidarles y jugar juntos, sino que, además, hay que hallar un hueco diario para también cuidar al marido, ya que si no puede sentir celos e incluso la llama del amor puede ir apagándose.

¿Qué sucede con las madres solteras? Básicamente que como no están casadas ni prometidas, tienen más tiempo para estar con sus pequeños, el que poseen libre lo dedican a estar con estos exclusivamente y no tienen que romperse la cabeza pensando cómo cuidar a los padres y a los menores para que ni unos ni otros se ofendan o les echen en cara que no les atienden.

Así, en este caso, las mujeres que sólo viven con sus hijos puedan pasar más tiempo con los mismos, lo que vendrá a fortalecer aún más los lazos sentimentales entre ambas partes.

5-Se logra educar a niños más tolerantes

De la misma manera, no hay que pasar por alto que los niños de madres solteras, por regla general, se convierten en personas mucho más tolerantes. ¿Por qué? Básicamente porque crecen en el seno de una familia que no es la tradicional y eso les hace entender y comprender que hay muchos tipos de esas y que ninguna es mejor que otra, son diferentes y como tal hay que tolerarlas y respetarlas. Por eso, pasaran a ser jóvenes y adultos con miras mucho más abiertas, tanto en ese aspecto como en otros como pueden ser la diversidad sexual, la tolerancia religiosa o la multiculturalidad.