Manzanilla para bebés: qué dosis podemos dar y qué efectos tiene
La manzanilla está recomendada para los bebés a partir de los seis meses en una dosis que no supere los 15 ml.
Si tu bebé suele estar inquieto o no puede conciliar bien el sueño, es posible que hayas escuchado que uno de los remedios más efectivos al respecto es tomar manzanilla, pero ¿es esta realmente segura para un bebé que apenas tiene semanas o pocos meses? Os hablamos a continuación de cuál es la dosis de manzanilla que pueden recibir los bebés y qué efectos puede tener.
Manzanilla para el bebé
Desde tiempos inmemoriales la manzanilla se ha considerado como uno de los mejores remedios para calmar a los bebés y de hecho, se dice que tomarla por la noche propicia que duerman más y mejor aunque no existe estudio científico que la manzanilla induzca al sueño.
Sin embargo, la manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y antiespásticas para el estómago y los intestinos y, por tanto, es perfecta para aliviar el dolor y la hinchazón del intestino y el estómago y para el ardor y eructos. Por tanto, es un aliado válido contra la gastritis y los estados inflamatorios del sistema gastrointestinal. Y es bien sabido que no tener problemas estomacales e intestinales facilita el sueño nocturno. De ahí la tradición, probablemente, de la manzanilla de noche. Pero, ¿podemos, entonces, dar té de manzanilla a bebés y niños ?
Qué manzanilla usar para los recién nacidos y los niños y para qué.
Para los niños y bebés, incluso los más pequeños, tiene sentido usar manzanilla, especialmente asociada al hinojo, en caso de cólicos gaseosos o, combinada con toronjil y pasiflora, también podemos usarla para los trastornos del sueño. El verdadero problema, sin embargo, es que la manzanilla soluble en gránulos que encontramos en el mercado la mayor parte del tiempo contiene solo cantidades muy pequeñas de extractos de la planta y, al ser también rica en azúcar y edulcorantes, puede perturbar la lactancia materna y actuar de forma negativa en lo que respecta en la dentición.
Por ello, es mejor consultar al pediatra antes de dar manzanilla al bebé (tal y como la tomaríamos nosotros), ya que si se trata para cólicos por gases o trastornos del sueño, es mejor entonces preferir la manzanilla como componente de jarabes bien formulados y de calidad. Y si de verdad queremos utilizar la infusión es mejor prepararla con la bolsa filtro sin añadir azúcar o, mejor aún, con flores de manzanilla ecológicas. En cualquier caso, no es algo que debamos establecer con un hábito para el recién nacido y repetimos, siempre será importante informar antes al pediatra.
¿Cuándo puedes empezar a usar té de manzanilla?
La manzanilla se considera segura para niños de seis meses o más, por lo que cuando comienza a introducir otros alimentos además de la leche materna, también puede introducir la manzanilla. Por lo general, la dosis para un bebé de 6 meses es de aproximadamente 15 ml tres veces al día, pero cuando se administra por primera vez, es bueno comenzar con una dosis aún menor y siempre pedir primero una opinión a tu pediatra.
Después de todo, la Sociedad Española de Pediatría aconseja no ofrecer líquidos que no sean la leche materna a los bebés que son amamantados antes de los 6 meses y el consejo también se puede extender a los bebés alimentados con leche artificial. Como alternativa a la manzanilla, existen otras hierbas carminativas que se pueden utilizar con efectos similares y son el comino, el hinojo y el cilantro. Todos conocidos por ayudar a la digestión.
Y en el caso del recién nacido, siempre debe ser algo que nos recete el pediatra y como hemos mencionado, puede que la solución sea a través de algún tipo de medicamento específico en cuya fórmula esté incluida la dosis adecuada de manzanilla.
Por que usar manzanilla sin azúcar
El azúcar ya está presente de por sí en la manzanilla así que si encima le añadimos más azúcar a la infusión que preparemos a los niños, puede provocar hígado graso y diabetes y pueden conducir a problemas cardiovasculares. Además, el uso demasiado temprano de líquidos azucarados acostumbra el paladar del bebé a la dulzura y los neurocientíficos argumentan que las experiencias gustativas del bebé durante el destete afectarán sus hábitos de adulto. De ahí el consejo de preferir la manzanilla sin azúcar.
Cómo hacer una infusión de manzanilla para bebés
Lo ideal sería conseguir flores de manzanilla en alguna tienda fitoterapia y cultivo ecológico. Luego, el agua se calienta hasta que comience a hervir; vierte dos cucharaditas de flores de manzanilla en una taza de agua caliente, no hirviendo, durante 3-5 minutos y cubre. Al final se filtra la infusión.
Alternativamente, podemos comprar una manzanilla formulada específicamente para recién nacidos.
Reacciones alérgicas
La manzanilla es, en principio, segura para los bebés, pero no se pueden descartar por completo las reacciones alérgicas. Particularmente en niños alérgicos a plantas como ambrosía, crisantemos, caléndula o margaritas, también puede ocurrir una reacción a la manzanilla con picazón alrededor de los labios y la lengua, hinchazón de la cara, diarrea, náuseas o letargo.
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