Dolor de espalda durante el embarazo: Causas, cómo tratar y cómo prevenir
El dolor de espalda en el embarazo es algo común pero lejos de la creencia popular no tendría solo que ver con el peso del bebé.
Tener dolor de espalda en el embarazo, es algo que sufren muchas mujeres, especialmente en el periodo entre el 5 y el 7º mes de gestación. Veamos entonces el porqué se produce ese fuerte dolor en la zona de la espalda y las lumbares, de qué forma se puede tratar, cómo prevenir y si existe motivo alguno para preocuparse.
Dolor de espalda en el embarazo
El dolor de espalda en el embarazo es algo que padecen un gran número de mujeres, en especial si ya se ha tenido un embarazo previo, y también, en el caso de mujeres que realizan un trabajo pesado o psicológicamente exigente ya que aunque parezca algo sorprendente, el hecho de sufrir de la espalda mientras se está embarazada tiene también que ver con factores psicológicos. Contrariamente a lo que se podría creer, sin embargo, la altura, el peso de la madre y el aumento de peso durante el embarazo no parecen tener relación con los episodios de lumbalgia.
¿Cómo se manifiesta el dolor de espalda?
En un porcentaje menor de casos, el dolor de espalda se localiza exclusivamente en la zona dorsal . Otras veces afecta a la región lumbar, con o sin irradiación en una o ambas extremidades inferiores.
En otros casos, el dolor prevalece en el área de la articulación sacroilíaca (pelvis), pero a veces se irradia hasta llegar incluso al muslo o a las piernas. Este último es, lamentablemente, el grupo más numeroso y el que sufre los síntomas más molestos del dolor de espalda en el embarazo, ya que además de ser algo doloroso, provoca que se reduzca la autonomía para caminar, mayor dificultad para subir escaleras, para agacharse y para inclinar el tronco.
¿Por qué se produce el dolor de espalda?
Sin duda existe un motivo principal que tiene que ver con un factor mecánico: los músculos antigravedad de la espalda están llamados de hecho a hacer un súper trabajo debido a la ineficacia de los músculos abdominales y al aumento de volumen del útero. A esto se suma el factor hormonal: durante los nueve meses aumentan considerablemente los niveles de relaxina, hormona que permite la relajación necesaria de tejidos y articulaciones (especialmente en la pelvis) en el momento del nacimiento. Se tiene la creencia de que esta hormona, al debilitar las estructuras osteoligamentosas, puede hacen que la espalda sea más vulnerable al aumento de carga y en consecuencia, a que se sufra más a menudo de un dolor que puede ser de intenso a moderado, con episodios muy fuertes o en casos más graves, constante.
¿Cómo puede ser prevenido?
La primera regla para prevenir el dolor de espalda es fortalecer la musculatura: se ha demostrado que la actividad física realizada con constancia y diligencia tonifica la musculatura del tronco y le ayuda a soportar mejor los cambios en el cuerpo durante los nueve meses .
Por ello, se recomienda hacer algunos ejercicios que ayudarán a que la mujer pueda fortalecer su espalda. Son estos:
- Sentada, espalda recta, piernas extendidas y separadas: extiéndete como para tocar un pie, ahora el otro, 10 veces por pierna.
- En la posición de cuatro patas, inhala y crea una curva hacia abajo con toda la espalda, mira hacia el techo, luego exhala creando una curva hacia arriba con toda la espalda, mira hacia el suelo. Repite 15 veces, lentamente.
- De pie, con las rodillas ligeramente flexionadas y las piernas ligeramente separadas, mueve la pelvis hacia adelante y hacia atrás.
- En la misma posición, gira la pelvis, imaginando que tienes una tiza en la punta del cóccix y que tienes que trazar un círculo en el suelo lo más ancho posible, teniendo cuidado de mover solo la pelvis y mantener quieto el tronco.
En el último trimestre también puede ser útil el uso de corsés específicos para embarazadas, que habitualmente se pueden encontrar en tiendas de maternidad.
¿Cómo se trata el dolor de espalda?
En casos de dolor localizado en la pelvis, el uso de un cinturón, faja o banda sacroilíaca no elástica ha demostrado ser algo que puede aliviar bastante el dolor. Y en ausencia de un cinturón pélvico específico se puede usar un cinturón de cuero de mujer común de 8-10 cm de altura o los cinturones que usan los levantadores de pesas.
Otros consejos prácticos:
- Evita la inmovilización prolongada: la columna ha sido «diseñada» para mantenerse en movimiento, por lo que seguramente y aunque es posible que el médico te pida reposo absoluto, también te dirá que de vez en cuando te levantes y des un pequeño paseo por casa.
- Si pasas mucho tiempo sentada, coloca un soporte lumbar (un cojín o una almohada) detrás de la espalda, que ayudará a mantener la curvatura natural de la espalda.
- En la cama, duerme preferiblemente de lado con las caderas flexionadas y una almohada entre las rodillas.
¿Cuándo ir al médico?
Dado que el dolor de espalda no es raro y, por lo tanto, no debería alarmar a las mujeres embarazadas, será necesaria la derivación a un médico cuando los trastornos sean tales que obstaculicen significativamente los actos normales de la vida diaria y la actividad laboral , o cuando la sintomatología dolorosa, aunque leve, se acontinua y nunca remita.
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