Bebés
Jardín

Cómo hacer un jardín en casa con los niños utilizando cáscaras de huevo

Las cáscaras de huevo pueden llegar a ser un gran contenedor para hacer un jardín con los niños en casa, donde vamos a poder plantar semillas o también, lentejas.

Aunque los niños ya pueden disfrutar de un paseo al día, el confinamiento en las casas sigue vigente por lo que es necesario hacer para ellos varias tareas con las que distraerse. En esta ocasión queremos acercar a los niños a las plantas y para ello, nada como hacer un jardín con los niños a partir del uso de cáscaras de huevos.

Si tienes un balcón pequeño, hacer un jardín con cáscaras de huevo es ideal, ya  que no ocupará demasiado espacio, pero además será una manera original de hacer que los niños sepan cómo tener su pequeño jardín que seguro van a querer cuidar cada día.

Cómo hacer un jardín en casa con los niños utilizando cáscaras de huevo

Para hacer este tipo de jardín, tendremos que usar cáscaras de huevo, pero también vamos a necesitar semillas de plantas aunque si no tenemos, podemos usar los clásicos frijoles o lentejas para comprobar cómo crecen.

Para ello necesitamos usar primero unos cuantos huevos. Pensemos por ejemplo en hacer una tortilla o cualquier otro plato para poder aprovechar los huevos y no tener que tirarlos. Procura romper la cáscara con cuidado. Tan solo es necesario dar un pequeño golpe en la parte superior para poder romperla y poco a poco vamos quitando un trozo de arriba para que nos quede el resto de la cáscara como contenedor de las plantas.

A continuación, intenta lavar la cáscara con mucho cuidado. Con un poco de agua y sujetando de forma delicada para que no se rompa.

Una vez hayamos limpiado la cáscara, dejamos que esta se seque al aire. Cuando ya se haya secado la cáscara, podemos introducir un poco de algodón empapado en agua o directamente podemos añadir también un poco de tierra. Una vez hecho esto será cuestión de colocar la lenteja (en el caso del algodón) o la semilla (si optamos por rellenar la cáscara con tierra).

Una vez tengamos todo plantado, será importante buscar un soporte para que las cáscaras se aguanten y las plántulas puedan crecer. Por ejemplo, podemos utilizar una caja de huevos sin la tapa.

Dejemos las plantas en el balcón, pero cuando veamos que las plántulas brotan y comienzan a crecer, es posible plantarlas con toda la cáscara en la tierra del suelo (solo en el caso de tener un jardín con otros cultivos). Tenéis que saber además que las cáscaras son de hecho un excelente fertilizante.

Si plantamos una lenteja será necesario no hacer prácticamente nada más que observar como crece mientras van pasando los días, mientras que en el caso de que sean plantas tenemos que ayudar a los niños a que vayan regando cuando sea necesario para que puedan crecer bien y como hemos mencionado, procurar plantar la cáscara del huevo en tierra en cuanto podamos.