El PSOE exige al alcalde un plan de choque de limpieza tras convertir Palma en la ciudad más sucia de España

• Indalecio Ribelles
• Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.
• • 22/09/2024 06:55
  • Actualizado: 22/09/2024 06:55

El PSOE exige al alcalde del PP de Palma, Jaime Martínez, un plan de limpieza tras convertir la capital balear en la ciudad más sucia de España, según sentenció la OCU, en los ocho años que los socialistas han estado al frente del gobierno municipal.

Ahora por segunda vez en lo que va de año, el portavoz municipal de esta formación, Francisco Ducrós, que formaba parte de aquel Ejecutivo encabezado por el ex primer edil, José Hila, repite propuesta, y exigirá en el pleno del 26 de septiembre que implante, antes de finalizar el año, un plan de recogida de basura con mayores frecuencias, especialmente en todas aquellas zonas de la ciudad donde su acumulación es recurrente, y mantener la limpieza en los espacios públicos.

Para los socialistas, aunque Martínez sólo lleva un año gobernando, «la proliferación de basuras abandonadas no sólo no se ha resuelto sino que ha ido en aumento, y se ha visto agravada este largo verano en el que la combinación de las altas temperaturas y acumulación de basura, generan fuertes olores que llegan a provocar nauseas sólo con pasar por delante de estos puntos negros de la ciudad».

Ante esta situación el PSOE de Palma exigirá en el pleno revisar el mantenimiento, correcto funcionamiento y ubicación de todos los contenedores de la ciudad para facilitar su uso en condiciones de plena accesibilidad para la ciudadanía, «teniendo especial sensibilidad con las necesidades de nuestros vecinos más mayores que sufren especialmente la rotura de los sistemas de apertura».

Junto a ello Ducrós, que es el tercer portavoz de los socialistas en el primer año de la legislatura, insta al gobierno municipal a reforzar las tareas de inspección y sanción contra los comportamientos incívicos del abandono de basura.

En este sentido, proponen duplicar la docena de controladores medioambientales poniendo en marcha un dispositivo especial, urgente y coordinado entre la Policía Local y el personal de Emaya, para sancionar las conductas incívicas relacionadas con el vertido de residuos en los puntos negros de ciudad más afectados.

Aunque la limpieza de Palma es manifiestamente mejorable, el problema que tiene la compañía municipal presidida por el concejal de Medio Ambiente del PP, Llorenç Bauzá, es que los altos mandos de la compañía caso de sus directores generales, son los mismos que nombró el PSOE porque la actual dirección de la compañía los ha mantenido en el puesto pese a ser cargos de libre designación.

Es decir, los que convirtieron Palma en la ciudad más sucia de España se mantienen en sus puestos, y aunque fueron los socialistas los que los colocaron, ahora culpan al PP del problema de la limpieza, si bien los palmesanos no han llegado aún al nivel de indignación social de la pasada legislatura.

Baste recordar la carta que las patronales de comercio Afedeco y Pimeco, la Confederación Balear del Comercio, la Asociación de Comercios de Nuredduna, la Asociación de comerciantes Palma Viva, la Federación de Vecinos de Palma, Restauradores de Caeb, el Mercat de Pere Garau, la Asociación de la calle Bonaire y, la Asociación de Bares y Cafeterías, remitieron a Hila en 2021.

Las entidades lamentaban en esa misiva, que antes de tomar posesión, Palma era uno de los mejores destinos del mundo para vivir, y ahora » nos avergonzamos de la ciudad de Palma, totalmente abandonada, más sucia y mugrienta que nunca, con más grafitis que nunca, con un servicio de transporte público muy deficiente, con falta de aparcamientos, con un precio que no se puede asumir en las tarifas de los mismos, un nefasto mantenimiento de las aceras y pavimentos, con continuos accidentes de ciudadanos, con prohibiciones de todo tipo y multas que solo tienen el objetivo recaudatorio».

Por ahora, Martínez aunque está en el primer año, aún no ha cosechado el nivel de indignación ciudadana, contra su gestión que alcanzó el hoy senador autonómico socialista.