Menorca, descubre su arte con los cinco sentidos

Menorca es mucho más que lo que se ve a simple vista. Es una isla cosmopolita con un legado histórico único. Su patrimonio cultural está impregnado de su carácter particular y es una fuente permanente de inspiración artística. Es una cultura que se puede disfrutar todo el año.

Vivir la cultura de la isla es dejarse llevar por los sentidos: admirar su arquitectura señorial, deleitarse escuchando una ópera, entregarse al sonido de la música en vivo que se interpreta en conciertos y festivales, sentir la expectación cuando se levanta el telón en el teatro, maravillarse con las obras de arte. La cultura en Menorca también es saborear el pasado y el presente en los platos tradicionales, es descubrir la artesanía local, es visitar museos y sumergirse en la historia.

Única en el mundo. Éste fue el eslogan seleccionado para la propuesta de inclusión de la Menorca talayótica en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El concepto describe a la perfección la singularidad de la prehistoria menorquina. Un periodo de tiempo que abarca 2.200 años, desde la llegada de los primeros pobladores a la isla (2300 a. C.), hasta la conquista romana (123 a. C.).

Menorca talayótica, Patrimonio Mundial de la UNESCO

En la actualidad, la Menorca talayótica está inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El estado de conservación de los monumentos es excelente y su densidad extraordinaria: en sus 702 km2 se han inventariado más de 1.500 yacimientos arqueológicos, lo que da como resultado una densidad de dos yacimientos por kilómetro cuadrado.

La prehistoria de Menorca es única por la sencilla razón de que existen dos tipos de construcciones que sólo se encuentran en esta isla: las taulas (imponente estructura a la que se le atribuye una función religiosa) y las navetas funerarias (cámaras funerarias colectivas). ¡Estas construcciones no aparecen en ningún otro lugar del mundo!

El Museo de Menorca, la institución cultural más importante de la isla, es un excelente punto de partida para los visitantes que deseen comprender la historia de Menorca. Está situado en el antiguo monasterio y claustro de Sant Francesc, construido entre los siglos XVII y XVIII, y alberga una colección permanente que abarca todas las épocas de la historia de Menorca, desde la época talayótica hasta el siglo XX. En él se exponen algunos de los tesoros de la prehistoria menorquina: un pequeño toro de bronce, una pequeña estatua del sumo sacerdote egipcio Imhotep y un molde de queso de cerámica talayótica.

El Museo Municipal de Ciutadella está situado en Can Saura, una casa señorial del siglo XVII. Contiene piezas clave que ayudan a entender cómo vivían los primeros habitantes. Uno de los elementos más importantes son los restos de cabello humano que se tiñó en ceremonias funerarias hace unos 3.000 años.

¡Prueba la gastronomía local!

Como dice el refrán, cuando estés en Roma, haz lo que hicieron los romanos. Este es el mejor consejo para quien venga a Menorca: ¡prueba la gastronomía local! Entre las especialidades de la isla destacan la oliagua, el arroz de la tierra (que se elabora con trigo en lugar de arroz), las berenjenas y los calabacines rellenos, el perol (un plato de carne o pescado cocinado en el horno) y la famosa caldereta de langosta. Todos son platos locales que han recibido la influencia de las distintas culturas que han llegado a la isla.

Los dulces y los postres son el punto fuerte de la gastronomía menorquina. Las numerosas panaderías tradicionales tienen escaparates llenos de pasteles dulces y salados, todos ellos elaborados de forma tradicional: carquinyols, amargos, pastissets, flaons, rubiols, formatjades… la lista es deliciosamente interminable.

La artesanía menorquina, en pleno auge

La artesanía realmente realza su patrimonio cultural. La artesanía menorquina está en pleno auge, algo poco habitual en el mundo industrializado en el que vivimos. Los artesanos menorquines utilizan distintos materiales (madera, cuero, piedra o hierro) para crear multitud de artículos únicos como zapatos, joyas, cerámica, tallas de madera, tejidos y jabones, todos ellos comercializados con el sello de garantía Artesanía de Menorca.

La fabricación de calzado es probablemente la artesanía más extendida. El calzado tradicional o abarcas, que originalmente usaban los agricultores en el campo, ha evolucionado hasta convertirse en uno de los iconos de la isla y ahora son unas cómodas sandalias que usan tanto los residentes como los visitantes de Menorca. El sello de garantía Avarca de Menorca es un certificado de calidad y garantía de origen de la sandalia menorquina.

La cultura es una experiencia los 365 días del año

Menorca es un destino ideal durante todo el año para los visitantes que aman viajar por la cultura, con todos sus monumentos, museos y salas de exposiciones para visitar, así como una amplia programación de eventos.

Hay asentamientos prehistóricos únicos en el mundo; museos que albergan piezas extraordinarias y exposiciones sobre los entresijos de la historia de la isla; salas y galerías que muestran obras de talentosos artistas locales; una gastronomía exquisita y festivales consolidados que se celebran cada año desde hace más de 40 años, así como nuevos eventos que animan el panorama musical y teatral de la isla.

En Menorca, la cultura es una experiencia los 365 días del año. Menorca, la isla de los pequeños placeres.

• Contenido patrocinado por Turismo de Menorca.