La empresa de limpieza del Ayuntamiento de Palma ‘caza’ la primera presunta baja fraudulenta
Es una barrendera que llevaba cinco días de incapacidad y que fue fotografiada cargando bolsas de la compra en Nochebuena
La expedientada ya tenia el alta médica pero no se pudo incorporar a su puesto al no ser hábil en Emaya el día de Navidad
La empresa de limpieza del Ayuntamiento de Palma paga a detectives para investigar a sus empleados de baja
Los detectives contratados por la empresa de limpieza del Ayuntamiento de Palma (Emaya) ‘cazan’ la primera presunta baja fraudulenta : una barrendera que llevaba cinco días de baja y a la que fotografiaron cargando bolsas de la compra el día de Nochebuena, cuando ya tenía el alta médica. La compañía municipal ya ha procedido a abrirle un expediente sancionador que, en caso de confirmarse, puede desembocar en una sanción de varios días de empleo y sueldo, o en su despido fulminante.
La amenaza del presidente socialista de la mayor empresa pública del Consistorio palmesano, el edil Ramon Perpinyà, a trabajadores y sindicatos, de que iba a tomar medidas ante la constatación de posibles casos de bajas fraudulentas en una empresa con un índice de absentismo laboral que roza el 13%, se ha materializado en este polémico primer expediente sancionador.
Llama la atención que los detectives contratados por Emaya se hayan centrado en esta trabajadora, que en el día de producirse los hechos, ya tenía al alta médica por la mejoría experimentada en la inflamación de su mano, transcurridos cinco días desde la comunicación de la incidencia. Se trata de una trabajadora del turno de noche, destinada a recoger los cientos de kilos de basura, amontonados en bolsas, arrojadas fuera de los contenedores.
El expediente abierto por Emaya recoge toda una serie de apreciaciones jurídicas vagas, en ocasiones fuera de lugar, que podrían incluso vulnerar los principios legales básicos de defensa.
Es el caso de la acusación de que la trabajadora en cuestión podría haber alegado motivos falsos para obtener la baja médica, o de que la acción que estaba realizando el día de Nochebuena cuando fue fotografiada por los detectives contratados por Emaya, estaría interfiriendo en su recuperación, aunque ya tenía el alta médica tras varios días de reposo preventivo sin recaída.
De hecho, no se pudo reincorporar a su jornada de trabajo esa misma noche, por ser la del 25 de diciembre jornada inhábil en Emaya. Esto motivó su regreso a la actividad el primer día laborable siguiente, día 26.
La incapacidad laboral de la trabajadora en cuestión arranca el 20 de diciembre, cuando con una de las bolsas de basura que manipulaba para arrojarla al contenedor, se golpeó la mano derecha. La empleada municipal, acudió de urgencias a la Mutua procediendo el facultativo en cuestión, una vez examinada la paciente, a darle de baja por un periodo de cinco días que culminaron el día 24.
Esa última jornada en la que fue seguida, y fotografiada, por los inspectores contratados por Emaya, que no conocían este extremo. Esto no ha sido óbice para que la dirección de la empresa municipal le haya abierto expediente disciplinario.
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