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El Consell de Mallorca autorizará cazar en sus fincas públicas

Permitirá mejorar el control de las poblaciones caprinas

La medida protegerá la flora y evitará la erosión del terreno

Mallorca caza
El vicepresidente del Consell, Pedro Bestard (Vox) en un stand de Cinegética 2025 que se celebra en Madrid.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El vicepresidente segundo y conseller de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes del Consell de Mallorca, Pedro Bestard (Vox) ha acudido a la feria Cinegética 2025, donde ha anunciado que su departamento ha iniciado el procedimiento de certificación de calidad de caza mayor en las fincas públicas de la institución insular.

Bestard ha visitado este sábado el estand oficial del Consell de Mallorca en la feria especializada de caza, que se está celebrando en el recinto ferial IFEMA de Madrid, del 20 al 23 de marzo, y donde se exhibe el boc balear como una especie única en el mundo y ofrece información sobre las peculiaridades de la actividad cinegética en la isla.

Durante su presencia en la feria, Bestard ha explicado que «ya se está trabajando en el procedimiento de declaración de cotos de caza, así como de certificación de sus fincas públicas, en el ámbito del certificado de calidad de caza mayor, en base al Decreto 91/2006, de 27 de octubre, de regulación de poblaciones caprinas, de ordenación del aprovechamiento cinegético de la cabra salvaje mallorquina y de modificación de los planes técnicos».

Así, Bestard ha recordado que el Consell de Mallorca cuenta con fincas públicas emblemáticas, como Tossals Verds, Son Fortuny, Son Massip, So n’Amer o Sa Coma d’en Vidal, «con poblaciones gestionadas de cabra salvaje mallorquina (boc balear) de gran relevancia. Estas fincas inicialmente constituían cotos de caza, pasando posteriormente por la figura de caza controlada y refugios de fauna», ha precisado al respecto.

Con todo, ha detallado que «muy pronto estas fincas públicas ostentarán el distintivo de buena gestión que supone el certificado de calidad, para seguir la tarea de conservación de la cabra salvaje mallorquina (boc balear)» y ha remarcado que «la función social, de divulgación y de espejo de buenas prácticas debe ser inherente a las fincas de titularidad pública, por lo cual se espera que la tarea de gestión de campo de los funcionarios del Consell, contando siempre con la implicación activa de las entidades cinegéticas y de la sociedad civil, encuentre la mejor cabida y la mayor difusión en medios de comunicación, redes sociales, ferias y acontecimientos públicos».

En este sentido, el número dos del Consell de Mallorca ha aclarado que «este paso no habría sido posible sin la colaboración histórica de asociaciones de cazadores de varias modalidades, cuya implicación y altruismo merece la mayor consideración y respeto, y con los cuales se seguirá contando para seguir con el trabajo realizado».

«El certificado de calidad de caza mayor conlleva el censado y seguimiento individualizado de las poblaciones caprinas en cuanto a calidad genética y densidad», ha explicado Pedro Bestard, quien ha asegurado que, de este modo, «con un número de ejemplares inferior conseguimos proteger la flora de las fincas y evitamos la erosión del terreno. También conseguiremos que las poblaciones de este animal se hallen en mejor estado fisiológico».

Modelo de gestión de calidad

La cabra salvaje mallorquina, conocida internacionalmente como boc balear, es una forma insular de origen antrópico única y exclusiva de Mallorca que supone un recurso genético original que debe ser preservado desde varios ámbitos de conservación. Constituye, a su vez, un caprino de gran valor trofeístico.

Ello ha animado a que un número cada vez mayor de fincas privadas se acojan a este modelo de gestión, puesto que implica un control de las poblaciones caprinas a la vez que se genera valor añadido.

La cabra salvaje mallorquina sólo se puede cazar y comercializar en los cotos y fincas con certificado de calidad de caza mayor, bajo precinto y bajo la supervisión de guías de caza mayor acreditados por el Consell de Mallorca, o bien por agentes ambientales de la misma administración. Los ejemplares que se abaten son los necesarios para estabilizar demográficamente la población a una densidad controlada.

Es por ello, según ha explicado Bestard, que con la certificación de calidad en las fincas públicas gestionadas por la institución insular «se avanzará en un modelo de gestión de calidad, técnicamente fundamentado aunando caza y conservación, se conjuga con un mensaje en positivo para el medio ambiente, para la sociedad, para las fincas y propietarios, así como para los propios cazadores y gestores de poblaciones silvestres».

«Es una apuesta que generará dinámicas favorables para nuevas fincas privadas en la Serra de Tramuntana y en la península de Artà, las cuales recibirán todo el asesoramiento técnico necesario por parte del departamento de Medio Ambiente del Consell de Mallorca.

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