Andalucía
Tribunales

Investigan a dos guardias civiles por la muerte del narco que desencadenó el doble asesinato de Barbate

El 'petaquero' falleció tras chocar con una patrullera y los narcos vengaron su muerte asesinando a dos agentes

El pasado 31 de enero fallecía un narco tras chocar su neumática con una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Esta muerte desencadenaría diez días después la venganza en el puerto de Barbate, con el asesinato de dos agentes embestidos por una narcolancha.

Ahora, el Juzgado de Instrucción que investiga los hechos ocurridos en el Guadalquivir ha citado a declarar como investigados a dos guardias civiles tras la denuncia presentada por la familia del fallecido.

Por su parte, la Fiscalía ha pedido la suspensión de la declaración de los agentes, citados para mayo, hasta que se conozca el informe pericial de los técnicos sobre el choque entre las dos embarcaciones, la narcolancha y la patrullera de la Guardia Civil.

La venganza

Aquel día, la embarcación de la Guardia Civil Río Águeda se aproximó a la narcolancha, que se encontraba al pairo, a la espera, cargada de bidones de gasolina en la zona de desembocadura del Guadalquivir. Tras una supuesta maniobra de huida de la neumática, acabó colisionando con la patrullera.

A bordo de la goma iban cuatro hombres. Tras la colisión, tres de ellos fueron detenidos y el cuarto, Marcos, fue trasladado con heridas de gravedad al hospital, donde finalmente falleció. Kiko El Cabra juró venganza por su socio y la semana siguiente protagonizó el crimen de Barbate, pilotando la narcolancha que acabó con la vida de los agentes David Pérez Carracedo y Miguel Ángel González Gómez.

A raíz de ello se abrió una causa judicial: los tres supervivientes de la narcolancha -tres petaqueros que viajaban con bidones de gasolina para abastecer en altamar a las embarcaciones que mueven la droga- están investigados por delitos de narcotráfico, además de una presunta responsabilidad por intentar huir de la Guardia Civil con la maniobra evasiva que terminó en colisión.

De su lado, la familia del fallecido, que argumentaba una versión contraria, presentó una denuncia contra la Guardia Civil por homicidio imprudente, sosteniendo que los cuatro tripulantes estaban descansando y durmiendo en la lancha hasta que despertaron como consecuencia de la colisión de la embarcación de la Benemérita, acusando a los agentes de haberles embestido.

Esta denuncia por homicidio imprudente es la que ha provocado la citación como investigados de los dos agentes, ya que se trata de una causa diferente a la primera, aunque ambas las lleva el mismo juzgado.

No obstante, la Fiscalía ha recurrido la citación de los guardias civiles pidiendo su suspensión hasta que se incorpore a la causa que investiga los hechos el informe pericial que trata de dilucidar los motivos que propiciaron el choque entre las dos embarcaciones.