Andalucía
Tribunales

La Fiscalía pide 17 años de cárcel para la mujer que mató a su novia adolescente en Motril (Granada)

La Fiscalía ha solicitado una condena de 17 años y medio de cárcel para la mujer que confesó haber asesinado de varias puñaladas a su pareja sentimental, de 18 años, en un cortijo de Motril (Granada) en abril de 2021. La familia de la víctima, que ejerce la acusación particular, mantiene que el crimen se produjo a raíz de que ella le transmitiera su deseo de poner fin a la relación y piden que sea condenada a prisión permanente revisable.

La acusada será juzgada por un jurado popular del 13 al 15 de febrero en la Audiencia de Granada acusada de un delito de asesinato con la agravante de parentesco. El Ministerio Fiscal solicita que se le aplique además la atenuante de confesión, después de que decidiera entregarse a la Policía y reconocer los hechos. También pide que sea condenada a diez años de libertad vigilada en los que no podrá residir en el lugar donde lo hagan los familiares de la víctima ni comunicarse ni acercarse a ellos a menos de 500 metros, según consta en el escrito provisional de acusación del fiscal.

Junto a la asesina confesa de la joven se sentará en el banquillo de los acusados la persona que presuntamente le ayudó a encubrir el crimen, y que se enfrenta a una petición fiscal de 15 meses de prisión. El fiscal aboga por que se le aplique la eximente incompleta de alteración psíquica dado que padece un retraso mental con un grado de discapacidad del 54% que afectó a sus facultades respecto a los hechos.

Detalles del crimen

La acusada, de 36 años, y la víctima, de 18, eran pareja y residían juntas en una vivienda de alquiler en Motril cuando se produjeron los hechos, alrededor del mediodía del 13 de abril de 2021, cuando ambas estaban en el comedor y comenzaron a discutir. La presunta asesina cogió un cuchillo y comenzó a asestarle «multitud de puñaladas» en diferentes partes del cuerpo. El fiscal sostiene que durante la agresión aumentó «inhumanamente y de forma deliberada» el sufrimiento de la joven, «causándole padecimientos innecesarios para el fin que se había propuesto».

La víctima intentó protegerse de la agresión y llegó a pedir auxilio a su casero, que vivía en la vivienda contigua. En ese instante, la acusada le «dio una patada en la cara, la arrojó al suelo y, mientras con una mano le tapaba la boca para evitar que pidiera ayuda, le continuó dando numerosas puñaladas por diversas partes del cuerpo» hasta provocarle la muerte.

Posteriormente, tras tapar el cuerpo de la víctima, la acusada se duchó, se cambió de ropa y comenzó a limpiar la sangre del lugar del crimen con agua y lejía para a continuación meter en bolsas de plástico tanto su ropa como las que había empapado en sangre durante la limpieza.

Ya sobre las 17:00 horas, la acusada se desplazó al puerto de Motril en busca de un amigo al que le contó lo sucedido y al que luego mostraría en la vivienda el cuerpo sin vida de su pareja. Le explicó que su intención era enterrarla y le pidió ayuda. Tiraron en contenedores las bolsas con las ropas de la víctima, entre otros enseres vinculados al crimen, y trataron luego de localizar sin éxito un lugar donde ocultar el cuerpo. En ese intervalo de tiempo la acusada se hizo pasar por la víctima y usando su móvil contactó con un compañero de trabajo y con su jefe para tratar de excusar su ausencia laboral. Finalmente, tras no lograr ocultar el cadáver, la mujer decidió entregarse a la Policía y reconocer los hechos al día siguiente.

La familia de la joven incide por su parte en la especial vulnerabilidad de la víctima, dado que la acusada «casi le doblaba la edad» y durante el tiempo que duró la relación presuntamente le dispensó «un trato vejatorio y violento», según se expone en el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press. El juicio arrancará el 13 de febrero en la Sección Primera de la Audiencia de Granada con la declaración de los acusados una vez se constituya el jurado.