Andalucía

Andalucía retira las mascarillas en los patios de los colegios y en clases de Educación Física

Un paso más hacia la normalidad definitiva. Una vez suprimida la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores, La Junta de Andalucía ha confirmado este jueves que elimina el uso obligatorio de mascarillas en recreos y clases de Educación Física en los centros educativos a partir de este mismo viernes 10 de febrero.

Así lo ha informado el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en declaraciones a los periodistas durante la inauguración de la nueva pasarela de conexión entre el Hospital de la Mujer y el de Rehabilitación y Traumatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

«Nuestra medida es que no queremos restricciones. Ni en esto ni en eventos deportivos. Queremos que los niños puedan estar sin mascarilla, pero haciendo una llamada a la responsabilidad», ha señalado.

Tras esto, el consejero andaluz de Salud ha indicado que la eliminación de mascarillas en recreos también se aplica en clases de Educación física, porque «también suelen ser en el exterior», aunque si la enseñanza es en interior, «habrá que tener más medidas higiénico sanitarias».

Por último, ha resaltado que en Andalucía «no hay ninguna restricción al aire libre» excepto para eventos masivos o deportivos, pero que la intención de la Junta es «no querer restricciones».

Por su parte, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, ha reiterado que «todos estamos hartos» de la mascarilla y que si Andalucía «ha demostrado algo» es que «con responsabilidad hemos podido controlar mejor la pandemia que otros territorios». «Cuando veamos aglomeraciones y calles concurridas, no cuesta nada llevar la mascarilla en el bolsillo y ponérsela», ha recomendado.

Modificación de la obligatoriedad

La Consejería de Salud y Familias, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, ha publicado una instrucción en la que se detalla la aplicación de la legislación sobre la obligatoriedad de uso de mascarillas en centros y servicios educativos no universitarios, acorde al Real Decreto 115/2022, de 8 de febrero, en el que se modifica la obligatoriedad del uso de mascarillas durante la situación de crisis sanitaria.

Conforme a esa aplicación, en Andalucía el uso de la mascarilla será obligatorio en espacios cerrados para todo el personal del centro o servicio educativo, así como para todo el alumnado a partir de 1º de Primaria, con independencia del mantenimiento de la distancia interpersonal o la pertenencia a un grupo de convivencia estable, sin perjuicio de las exenciones previstas en el ordenamiento jurídico, según ha informado la Junta en un comunicado.

Además, el uso de la mascarilla será obligatorio en el transporte escolar colectivo a partir de seis años y recomendable de tres a cinco años.

En espacios al aire libre, por su parte, el uso de mascarilla no será obligatorio desde este viernes, exceptuando aquellos casos específicos en los que se organicen eventos multitudinarios, en los que será obligatoria cuando los asistentes estén de pie o si están sentados y no pueden mantener una distancia de seguridad de al menos 1,5 metros. En consecuencia, no será obligatorio el uso de la mascarilla ni en las entradas y salidas ni en los patios de recreo, cuando sean al aire libre.

De forma general, la Junta ha señalado que no será recomendable el uso de la mascarilla en menores de tres años; personas con algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de mascarilla; personas que, por su situación de discapacidad o dependencia no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización; ni en personas que desarrollen actividades en las que el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.

Por último, desde el centro educativo se prestará especial atención a la prevención del estigma frente a las personas con vulnerabilidad clínica o familiar que mantengan el uso de mascarillas en situaciones de no obligatoriedad.