Piden 180 años de prisión para un entrenador de fútbol alevín por abusos sexuales a 30 menores en Málaga
Un entrenador de fútbol base de Málaga se enfrenta a 180 años de prisión por presuntos abusos y agresiones sexuales a al menos 30 menores. El acusado aprovechaba su profesión, en la que trataba con niños de categoría alevín, para coaccionar a las víctimas.
La Fiscalía de Málaga señala que el hombre acosaba a los menores a través de perfiles falsos de chicas en redes sociales para que le enviaran fotos desnudos. El sospechoso llegó a dormir en su casa con algunos de ellos y mantenía una actitud controladora, mostrando «incluso celos» si se relacionaban con otras niñas.
Así, se le acusa por un delito continuado de distribución y tenencia de pornografía infantil respecto a todos los menores y de otros 22 delitos, de los que once son de agresión sexual a menores de 16 años, otros dos de agresión sexual con acceso carnal, tres de abuso con prevalimiento, uno de exhibición de actos sexuales a menores 16 años, tres delitos de acoso a través de telecomunicaciones y dos de exhibicionismo.
Fotos, vídeos y conversaciones sexuales
Según las conclusiones provisionales del fiscal, a las que ha tenido acceso Europa Press, el acusado trabajaba para varias entidades deportivas, bien como entrenador de categoría alevín, cuyas edades oscilan de 12 a 16 años, o con otras responsabilidades que le permitían acceder al ordenador que contiene todas las fichas de los menores. Además, trabajaba también para una empresa de ropa deportiva.
Así, la acusación pública sostiene inicialmente que el procesado «seleccionaba a menores que conocía del fútbol, y los buscaba posteriormente en las redes sociales, sin conocimiento de los mismos, ocultando su identidad bajo el nombre de una chica», con lo que creaba «confianza» para mantener, en ocasiones, conversaciones de índole sexual.
Supuestamente, «les remitía fotos de una chica desnuda y los inducía a que le enviaran fotos de ellos desnudos». Posteriormente, y una vez remitida la foto por el menor, el ministerio fiscal detalla que «les amenazaba con publicarlas si no le mandaban fotos con actos de sexo explícitos, vídeos desnudos o hicieran directos desnudos».
«Incluso para otros menores más reacios a obedecer, una vez obtenía alguna foto comprometida, el procesado les decía que se la enviaría a terceras personas si no le mostraba sus genitales», indica el fiscal en su relato inicial, «o a hacer vídeos en directo y enviar otras fotos más comprometidas».
Celos y amenazas
También, apunta esta acusación, «en otras ocasiones conseguía la contraseña del perfil de un menor para convencer a otros a la finalidad expuesta, e, incluso, y en señal de la veracidad de la amenaza», supuestamente «llegó a remitir fotos íntimas de menores a otros menores, jugadores de fútbol y compañeros, por no haber cumplido lo que le ordenaba».
Según precisa la Fiscalía, en una ocasión fueron «cuatro años de abusos, desde los diez hasta los 14 años del menor», periodo en el que el investigado presuntamente «ejerció un control sobre éste, le indicaba quién debía ser su amigo, le controlaba si estaba en línea en WhatsApp e incluso las horas que pasaban sin conectarse a dicha aplicación».
El escrito inicial de la Fiscalía precisa que le controlaba «que no estuviese con niñas, se mostraba celoso incluso» y a veces se quedaba a dormir en casa del acusado, lo que también ocurrió con otros menores.
Además de la pena de prisión, el fiscal solicita que el procesado indemnice a los menores en 3.000 euros por los hechos, «sin perjuicio de que tras el acto del juicio oral se fije otra cantidad en relación con los menores más afectados», considerando que deben ser declarados como responsables subsidiarios las entidades y la empresa para la que trabajaba el acusado.