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El error que arruina el café y que casi todo el mundo comete sin saberlo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El café es una de las bebidas más consumidos del mundo. A lo largo de los años, ha pasado de ser una simple bebida estimulante a un verdadero ritual para millones de personas que buscan el momento perfecto para disfrutar de su sabor único y reconfortante. Sin embargo, a pesar de su popularidad, hay ciertos detalles en su preparación y almacenamiento que muchos desconocen. Uno de estos errores es guardar el café en la nevera. Aunque parece una forma lógica de conservarlo por más tiempo, puede estar arruinando el sabor y la calidad del café que tanto disfrutas.

Precisamente, guardar el café en la nevera es un error que muchos cometen sin saberlo, y es uno de los principales culpables de que pierda sabor y calidad con el tiempo. La humedad, los olores extraños y las bajas temperaturas son factores que alteran sus propiedades. Para disfrutar de una taza de café deliciosa y aromática, es fundamental guardarlo de la manera adecuada: en un recipiente hermético, en un lugar fresco y oscuro, y preferiblemente en grano.

El problema de guardar el café en la nevera

Uno de los mitos más comunes sobre la conservación del café es que la nevera es el lugar ideal para guardarlo. Muchos lo creen porque, en teoría, la baja temperatura podría ayudar a preservarlo por más tiempo. Sin embargo, esto está lejos de ser cierto.

A pesar de que los frigoríficos están diseñados para mantener el aire frío, dentro de ellos hay mucha humedad, especialmente cuando se abren y cierran constantemente. Esta humedad puede penetrar en los granos de café y provocar que pierdan su aroma y frescura. Los granos absorben rápidamente el agua, lo que puede hacer que el café se vuelva rancio o incluso mohoso si no se toma en poco tiempo.

A medida que el café entra en contacto con la humedad, sus aceites naturales, que son responsables de ese sabor y aroma tan característicos, se alteran. Estos aceites son volátiles, lo que significa que se evaporan fácilmente al exponerse al aire, la luz y, especialmente, la humedad. Por eso, cuando guardamos el café en la nevera, corremos el riesgo de que estos aceites se degraden, perdiendo así las cualidades que hacen que el café sea delicioso.

Otro de los grandes problemas al guardar el café en la nevera es que los granos pueden absorber los olores de otros alimentos. Esto es algo que muchos no consideran, pero el café tiene una capacidad sorprendente para captar cualquier aroma que esté presente a su alrededor.

Además de la humedad y los olores, otro factor que afecta negativamente al café cuando se guarda en la nevera es la temperatura. El frío puede hacer que los aceites y compuestos volátiles en el café se solidifiquen, lo que afecta negativamente al sabor. El proceso de enfriamiento también puede generar condensación dentro del recipiente donde se guarda el café, lo que facilita aún más la absorción de humedad.

Recomendaciones

Ahora que sabemos por qué no debemos guardar el café en la nevera, la siguiente pregunta es: ¿cómo podemos almacenarlo para que conserve su sabor y frescura? Afortunadamente, existen métodos sencillos para mantener el café en su mejor estado, incluso si compras grandes cantidades.

  1. Lo primero y más importante es almacenar el café en un recipiente hermético. Esto ayuda a proteger los granos del aire, que es uno de los principales factores que causa la oxidación. Los envases con válvula de un solo sentido son ideales, ya que permiten que el gas producido por los granos de café salga sin dejar que entre aire.
  2. El lugar ideal para guardar el café es un lugar fresco, oscuro y seco. Los granos de café deben estar alejados de la luz directa, ya que esta puede afectar su sabor. Un armario o una despensa que no esté expuesto a cambios bruscos de temperatura es el mejor lugar.
  3. Una de las mejores prácticas es comprar café en grano y molerlo justo antes de prepararlo. Los granos enteros conservan mejor sus aceites y compuestos volátiles, lo que ayuda a mantener su frescura durante más tiempo. Una vez que el café ha sido molido, empieza a perder sus propiedades mucho más rápido, por lo que es recomendable moler sólo la cantidad que vas a usar.
  4. Siempre que manipules el café, asegúrate de que esté completamente seco y evita que entre en contacto con la humedad. El café debe estar en un lugar sin cambios de temperatura o humedad excesiva.

En conclusión, guardar el café en la nevera es un error común que puede arruinar su sabor y frescura. La humedad, los olores y el frío afectan negativamente las propiedades de los granos, perdiendo su aroma y sabor. Para disfrutar de un café delicioso, lo mejor es almacenarlo en un recipiente hermético, en un lugar fresco, oscuro y seco, preferiblemente en grano.