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Así es Buñol, la localidad dónde se celebra la famosa fiesta de la Tomatina

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Buñol es un pintoresco municipio situado en la Comunidad Valenciana, conocido por su rica historia y su vibrante cultura. Entre sus principales atractivos se encuentra el Castillo de Buñol, una imponente fortaleza medieval que se alza sobre el paisaje y ofrece vistas espectaculares de la localidad. Su entorno natural, con ríos y montañas cercanas, lo convierte en un destino ideal para quienes buscan disfrutar de actividades al aire libre en cualquier época del año.

Además de su patrimonio histórico, Buñol es famoso mundialmente por su peculiar fiesta de La Tomatina, donde miles de participantes se lanzan tomates en una celebración que ha evolucionado a lo largo de los años. Esta fiesta, junto con su variada gastronomía, que incluye platos típicos como el arroz y dulces tradicionales, atrae a turistas de todo el mundo. La combinación de historia, cultura y naturaleza hacen de Buñol un lugar fascinante para visitar.

Buñol, el pueblo más famoso de Valencia

La historia de Buñol se remonta a hace 50.000 años, con yacimientos que reflejan diversas culturas, desde la Prehistoria hasta la época romana. Sin embargo, el pueblo actual fue fundado durante el periodo islámico, en los siglos X y XI, cuando se construyó el primer castillo.

Con la conquista cristiana en el siglo XIII, se formó la comarca de la Hoya de Buñol, que incluía localidades como Alborache y Macastre. A lo largo de los siglos, Buñol pasó de ser un Señorío a un Condado. La industrialización comenzó en el siglo XVIII, centrada en la producción de papel, lo que impulsó el movimiento obrero. En el siglo XX, la ciudad se consolidó como un centro industrial en la Comunidad Valenciana, aunque las crisis económicas recientes han motivado un cambio hacia nuevos sectores, como la alimentación y el turismo cultural.

Lugares de interés

El Castillo de Buñol, una impresionante fortaleza medieval del siglo XI, se erige como el principal atractivo de la localidad. Esta bien conservada estructura fue remodelada en el siglo XIV, tras la conquista cristiana. El castillo cuenta con dos áreas distintas, separadas por fosos: el área militar con la Plaza de Armas y el sector residencial, que alberga el Museo Arqueológico y el Museo Etnológico.

El Molino de Galán, un vestigio de la industria papelera, ha sido rehabilitado como biblioteca y alberga el Museo de la Tomatina, donde se celebra la famosa fiesta de tomates. Este molino es un testimonio del patrimonio industrial de Buñol y está situado cerca del Parque Fluvial, que ha sido revitalizado y ahora incluye pozas naturales ideales para el baño.

Para los amantes del senderismo, la Ruta del Agua de Buñol es una opción atractiva que recorre paisajes naturales, incluyendo la impresionante Cueva Turche, con su cascada de 60 metros y pozas cristalinas, así como la Cueva de las Palomas y el Charco Mañán, perfectos para relajarse.

Fiesta de la Tomatina

La Tomatina es una fiesta conocida en todo el mundo donde los participantes se lanzan tomates, convirtiendo las calles en un mar de pulpa roja. Esta tradición comenzó en 1945, cuando un grupo de jóvenes, emocionados por un desfile, decidió iniciar una batalla con tomates tras un incidente con un gigantesco muñeco. Desde ese momento, la tradición ha crecido y evolucionado.

Los tomates utilizados en la Tomatina se seleccionan por su madurez, y provienen de la Comunidad Valenciana. No se trata de productos aptos para el consumo, sino de aquellos que no se han cosechado, lo que minimiza el impacto ambiental. Cada año, los camiones cargados de tomates llegan a la plaza, listos para ser lanzados hasta que suena el segundo disparo, que marca el fin de la batalla.

La organización establece algunas normas para garantizar la seguridad y el disfrute de todos, como aplastar los tomates antes de lanzarlos. Además, la fiesta no es exclusiva para adultos; hay una versión infantil que permite a los más pequeños participar en su propia «mini batalla», promoviendo así el legado de esta celebración.

Historia

La Tomatina de Buñol, famosa por su colorida batalla de tomates, tiene diversas leyendas sobre su origen. Una de ellas sugiere que comenzó en 1945, cuando un grupo de jóvenes lanzó tomates a un cantante que consideraban desafinado durante un desfile. Sin embargo, otra versión atribuye su impulso a «El Deivi», un personaje de Tarazona, quien propuso replicar la fiesta de tomates tras disfrutar de las festividades de Buñol.

Desde sus inicios, la Tomatina ha enfrentado diversas prohibiciones, pero los lugareños perseveraron, organizando el «entierro del tomate» en 1957 como forma de protesta. Con el tiempo, la fiesta fue autorizada nuevamente, incorporando nuevas reglas. En 1975, «Los Clavarios de San Luis Bertrán» asumieron la organización, y en 1983, un reportaje televisivo ayudó a popularizarla. En 2002, se declaró Fiesta de Interés Turístico Internacional, y desde 2013, se ha limitado el aforo para garantizar la seguridad y comodidad de los participantes, estableciendo un sistema de entradas.