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Facebook: Una perra salva a su dueña de morir de un ataque al corazón

Ruby es una perrita muy especial. Shauna era una mujer con problemas de salud muy graves.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Ruby es una perrita muy especial. Shauna era una mujer con problemas de salud muy graves. Su familia decidió ayudarla con una perrita, Ruby había sido entrenada para atender a sus dueños. Una perrita que casi podría decirse que era su enfermera. La llegada del animal supuso el final de la larga depresión que Shauna arrastraba. Salir a pasear con Ruby, descubrir que había un mundo más allá de esas cuatro paredes que le caían encima a esta joven, era solo uno de los beneficios de tener una mascota.

Shauna notó que su perra quería decirle algo

La perrita Ruby no se separaba de su dueña. Cumplía a la perfección su misión de cuidarla, incluso fue un paso más allá. En las redes sociales de Shauna vemos como el animal empezó a actuar de forma muy extraña. No paraba de ladrar y se ponía encima de ella. Parecía estar indicando que algo no estaba bien.

Shauna decidió interpretar las señales de su perra y acudió al médico. Le señalo el lugar en el que se posaba el animal y le explicó que no paraba de ladrar. El doctor sorprendido por la llegada de la joven a su consulta, le hizo unas pruebas. La sorpresa llegó al saber que realmente Shauna tenía un problema en el lugar que decía su perra. Le diagnosticaron Ehlers-Danlos vascular, una dolencia cardíaca muy grave. De no ser detectada a tiempo, Shauna hubiera podido morir de un ataque al corazón.

Ruby se ha convertido en su asistente personal, vigila en todo momento que la presión arterial de su dueña sea correcta y el ritmo de su corazón esté controlado. De lo contrario seguro que avisará otra vez de lo qué le está sucediendo a Shauna. Durante el tiempo que su dueña estuvo en el hostal, la perrita no se separó de su lado ni un segundo.