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Facebook: Intenta robar un coche y acaba con un ladrillo en la cabeza

Este ladrón inexperto llegó a la escena del delito totalmente perdido. Un lugar apartado del resto le ofrecía la posibilidad de poder hacerse con un coche último modelo

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Este ladrón inexperto llegó a la escena del delito totalmente perdido. Un lugar apartado del resto le ofrecía la posibilidad de poder hacerse con un coche último modelo. Sin prisas, pero sin pausa se dispuso a hacerse con él con lo único que encontró cerca. La idea era relativamente buena, romper el cristal del vehículo con un ladrillo, pero la ejecución no terminó de ser la esperada. Al intentar romper el cristal calcula mal, en lugar de sujetar el ladrillo lo lanza contra la ventanilla, dejando que el karma actúe contra su cara.

El karma actúa rápidamente lanzando un ladrillo a su cabeza

La idea de este joven no estaba mal. Romper la ventanilla de un coche nuevo que había quedado un poco más apartado del resto de vehículos. Un lugar perfecto para intentar robarlo sin que nadie se diera cuenta. En las películas todo parece sencillo, los ladrones hacen de las suyas sin que nadie pueda evitarlo, pero este hombre no tendrá la misma suerte.

Busca desesperadamente algo para poder acceder al coche. Lo único que encuentra cerca de donde se encuentra es un ladrillo. Este elemento es lo suficientemente duro como para poder romper el cristal de la ventanilla del vehículo. A la hora de romper la ventana no piensa demasiado y lo que hace es lanzar el ladrillo. La mayoría de los vehículos modernos tienen un sistema para evitar que se rompa el cristal con un solo golpe, para aumentar la seguridad de sus ocupantes.

El ladrón parece que no sabía este pequeño detalle. El ladrillo se encuentra con una ventanilla dura en la que rebota. En lugar de romper el cristal acaba rompiéndole la cara. El joven de estas imágenes se queda en el suelo pensando qué ha salido mal en este robo que pensaba que sería perfecto. El karma a veces es del todo inesperado, actúa de forma casi inmediata.