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Facebook: Atropellado por no respetar las normas de circulación

Lo más increíble de este vídeo que rápidamente se ha hecho viral son los dos hechos que se producen a la vez.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Lo más increíble de este vídeo que rápidamente se ha hecho viral son los dos hechos que se producen a la vez. Por un lado, vemos un atropello en directo, un hombre cruza por en centro de la calle sin respetar las normas de circulación. Los peatones tienen unas zonas especificas en las que moverse, al igual que los coches tienen prioridad en la carretera. Al tratarse de un giro, el coche no puede hacer nada para evitar atropellarlo. En el lado contrario de la calle, aparece un perro que se comporta de forma más cívica que el humano.

El perro cruza por el paso cebra y el hombre no

El hombre decide cruzar la calle por un lugar inadecuado. Recibe las consecuencias de su imprudencia de forma inmediata, un coche que circula por su carril tranquilamente, no puede hacer nada y acaba atropellándolo. El hombre cae el suelo después de recibir el impacto del coche, aunque se levanta, parece muy adolorido.

Por el lado contrario de la calle, vemos a un perro blanco que se acerca por la acera. Al contrario que el humano, parece saber muy bien las normas de circulación. No se baja de la acera hasta llegar al paso cebra. Allí ve que pasan varios vehículos a gran velocidad y no es hasta que comprueba que puede pasar sin peligro, cuando cruza. Los coches que ven que hay un perro cruzando el paso se paran. Vemos a un perro que parece saber perfectamente qué se puede hacer y qué no en la calle.

Este vídeo parece ser una pequeña moraleja, los animales pueden estar mejor educados que las personas. Con acciones cotidianas como éstas, cruzar la calle por un lugar indebido podemos darnos cuenta de quién es el inteligente y quién se cree que es el más listo de los dos. El resultado es un hombre con varios huesos rotos y un perro que llega perfectamente a su destino.