Sucesos
CORRUPCIÓN POLICIAL

La Policía sitúa al jefe de la UDEF de Madrid en la cúpula de los narcos: daba órdenes a los traficantes

Los pinchazos telefónicos cercan al jefe la UDEF, le grabaron impartiendo órdenes a los narcos

Los investigadores creen que el jefe de la UDEF tenía un "sueldo" fijo de los narcos y primas por envío

Los pinchazos telefónicos acorralan al jefe de la UDEF de Madrid detenido. Según fuentes del caso, en las grabaciones en poder de los investigadores se escucha cómo el inspector jefe de la UDEF imparte órdenes a los narcos de la organización. Un indicio, entre otros, de que el policía arrestado y ahora en prisión provisional, no era un simple colaborador de la célula española del cartel de los Balcanes. Otro de los indicios es la suma descomunal de dinero negro que el policía ha acumulado en los últimos seis años. Un total de 37 millones de euros, 17 de esos millones en criptomonedas, tal y como ha adelantado OKDIARIO. Un indicio más es, lo confirman fuentes judiciales, que un chivatazo del agente permitió que los otros dos cabecillas de la trama escaparan de la operación que se saldó con 15 arrestados y 13 toneladas de cocaína decomisadas.

Los investigadores creen que el jefe de la UDEF, Óscar Sánchez, no cobraba por su colaboración. El policía, según fuentes del caso, tenía supuestamente «un sueldo» fijo como parte de la cúpula directiva y presuntamente sumaba primas por cada envío de drogas que coronaba con éxito en suelo español.

Sólo así se explica que el inspector jefe de la UDEF fuera capaz de amasar más de 37 millones de euros en poco más de seis años gracias a su integración y escalada hasta la cúpula de la célula española de los narcos del clan de los Balcanes, los reyes del tráfico de cocaína que circula en Europa en la actualidad. La Policía encontró 20 millones de euros entre las paredes y los techos de los chalets del jefe de la UDEF en Villalbilla (Madrid) y Denia (Alicante) y en su despacho.

A esto se suman otros 17 millones de euros que el agente poseía en decenas de monederos de criptodivisas. Esta última parte del botín no se ha podido recuperar debido a la nula colaboración del detenido con sus ex compañeros de la Policía.

De amigo de un confidente a la cúpula

Para entender cómo el jefe de la UDEF de Madrid fue capaz de hacerse con una cantidad escandalosa de dinero como la que tenía, hay que remontarse a los años en los que trabajaba en la Unidad Central contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco).

Su trato habitual con confidentes desembocó en una amistad estrecha con uno de ellos que ha terminado detenido en la misma operación en la que cayó el inspector jefe de la Udyco y su esposa, también agente de la Policía Nacional en la comisaría de Alcalá de Henares.

Investigan un entramado societario

El confidente tiró del policía hacia el bando de los narcos y el dinero fácil hizo lo demás. El jefe de la UDEF de Madrid, empezó presuntamente a trabajar para los narcos a toda máquina desde el principio, hace casi siete años. La misma época en la que sus familiares comenzaron a fundar sociedades para intentar ocultar los tremendos beneficios que le reportaba su colaboración con el clan de los Balcanes.

La otra vía del jefe de la UDEF de Madrid para poner sus ganancias a salvo era la de las criptomonedas, donde, según la investigación, llegó a introducir hasta 17 millones de euros vinculados a cuentas radicadas en Dubái. No era suficiente para blanquear todo el botín, y se vio obligado a crear un entramado societario con ayuda de conocidos y familiares, la red societaria  también conducía a Dubái, donde ahora la Policía Nacional se esfuerza en recuperar todos esos activos, hasta ahora sin éxito.

Para entender las cifras astronómicas de dinero que los investigadores relacionan con el jefe de la UDEF, basta echar cuentas de las conclusiones del último envío que hizo la organización y fue apresado por la Policía Nacional en Algeciras.

Los 13.062 kilos de cocaína apresados este mes de noviembre en la operación en que cayó el jefe de la UDEF habrían alcanzado un valor de 400 millones de euros vendidos al kilo a otros traficantes. En la calle, y ya vendidos al menudeo, habrían superado los 778 millones de euros en ganancias.