Sociedad
"No soy la chica de Sanfermines, soy la hija de, la nieta de y la amiga de"

La víctima de ‘La Manada’ rompe su silencio en ‘El programa de Ana Rosa’

La víctima de ‘La Manada’ ha roto su silencio pocos días después de que los agresores quedaran en libertad con una mera orden de alejamiento de la Comunidad de Madrid, que es donde reside esta joven. Hasta ahora sin voz, al menos propia -decenas de miles de mujeres y hombres han tomado las calles en su defensa en todo el país-, y como contrapeso a las incesantes imágenes de los delincuentes o declaraciones de su abogado en todas las televisiones, ha decidido lanzar un mensaje a través de ‘El programa de Ana Rosa’, contenido en una carta.

Carta de la víctima de ‘La Manada’

Supongo que esta carta pensaréis que es para contar mi versión y mi vivencia, pero no es así. Esta carta es de agradecimiento. Mamá, papá, gracias no solo por el apoyo sino por sacar fuerzas de donde no la teníais y habérmelas dado a mí. Gracias por todo lo que me habéis enseñado y por todo lo que me enseñaréis, pero sobre todo por no abandonarme, ni abandonaros a vosotros por mucho que quisierais. Gracias a mis tías, a mis abuelos, a mis tíos y mis primos. Por hacerme ver que en esto se basa una familia. En estar siempre, pase lo que pase.

Quiero también dar las gracias a mis personas, mis elegidas, las mejores elecciones que he hecho en esta vida. Por apoyarme, llorar conmigo, enfadaros porque no tenía sentido lo que sentía. Por reír, por hacerme ver que lo mejor y lo peor de la vida hay que compartirlo, por odiar y sobre todo por querer. Vosotros me levantáis.

También quiero dar las gracias a todas las personas que me han ayudado en este camino. Ojalá nunca os hubiera conocida, pero la vida es así y te trae a las mejores personas en los peores momentos y eso es por algo. Ojalá nunca te hubiera conocida, amiga, de verdad. Pero gracias a esto tengo una persona imprescindible en mi vida. Compañera de batalla, que sé que nunca voy a olvidar.

También quiero agradecer a toda la gente que sin conocerme tomó España y me dio voz cuando muchos me la intentaron quitar. Gracias por no dejarme sola. Por creerme, hermanas. Gracias por todo, de corazón.

Gracias a todo el mundo que haya hablado de mí un segundo para repudiar lo sucedido. Asociaciones, personas de la calle, personalidades políticas, famosos y en general a todo el que se haya preocupado por mí. Gracias por hacerme sentir otra vez parte de la sociedad en que parece que si te violan tienes que llevar el cartel de violada pegado en la frente. Gracias por luchar, gritar, llorar y apoyar esta causa.