Sociedad
Santoral

¿Qué santos se celebran hoy, martes 17 de junio de 2025?

Santa Teresa de Portugal destaca entre los santos que se celebran en este día

¿Qué santos se celebran hoy, martes 17 de junio de 2025? El calendario litúrgico de la Iglesia católica recuerda hoy a varias figuras destacadas que, a lo largo de los siglos, se entregaron con profundidad a su fe y marcaron la historia espiritual de sus respectivos pueblos. Sus biografías, aunque muy distintas entre sí, tienen un punto en común: la búsqueda inquebrantable de una vida de servicio, entrega y amor a Dios.

De este modo, entre los santos que hoy se celebran y destacan, recordamos a una infanta portuguesa que fue reina y monja, a un cardenal italiano convertido en pastor humilde, y a un comerciante de Pisa que cambió los negocios por la oración y la pobreza evangélica. De todos ellos os vamos a explicar su historia al detalle a continuación, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.

Santa Teresa de Portugal

Teresa de Portugal, nacida en Coímbra en 1176, fue hija del rey Sancho I y de la infanta Dulce de Aragón. Desde muy joven vivió entre los deberes de la nobleza y los anhelos de una vida más interior. Fue infanta de Portugal y llegó a ser reina consorte de León al casarse en 1191 con su primo hermano Alfonso IX. Sin embargo, su matrimonio fue anulado por el papa Celestino III debido al parentesco cercano, aunque sus hijos fueron legitimados por la Santa Sede. Esta circunstancia marcó un antes y un después en su vida. A pesar de la separación, Teresa siguió recibiendo rentas del reino leonés y conservó poder e influencia durante años.

Tras su retorno a Portugal, Teresa se convirtió en figura central de una disputa familiar por la herencia del rey Sancho I. El testamento le concedía el castillo de Montemor-o-Velho y otros bienes, pero su hermano Alfonso II se negó a cumplir esas disposiciones por temor a dividir el reino. El conflicto involucró a sus hermanas Sancha y Mafalda, generando tensiones que solo se resolvieron tras la muerte del rey Alfonso II. El nuevo monarca, Sancho II, alcanzó un acuerdo que permitió una solución pacífica, devolviendo a las hermanas las rentas sin el título de reinas.

Tras las luchas de poder y una compleja disputa dinástica que terminó con la ascensión de Fernando III de Castilla, hijo de su exmarido y de Berenguela, Teresa decidió retirarse definitivamente al monasterio de Lorvão. Allí, después de años de vida espiritual, tomó los votos formales y vivió como monja hasta su muerte en 1250. Fue beatificada en 1705 por el papa Clemente XI junto con su hermana Sancha, y en el siglo XVIII también sería reconocida como beata su hermana Mafalda.

Beato Pablo Burali d’Arezzo

En la Italia del siglo XVI, en plena efervescencia religiosa y política, nació en Itri el beato Pablo Burali d’Arezzo, en 1511. Proveniente de una familia noble, desde muy joven destacó por su inteligencia y disciplina. Con sólo trece años ingresó a la Universidad de Salerno para estudiar letras y más adelante se formó como jurista en Bolonia, donde se doctoró en derecho civil y canónico. A los 25 años ya era un abogado brillante, pero su vida tomaría un giro inesperado.

En 1557 decidió dejarlo todo y abrazar la vida religiosa en la Orden de los Teatinos, un movimiento reformador que buscaba la renovación profunda del clero. Pablo no solo cambió su vida personal, sino que también comenzó una larga trayectoria de servicio pastoral. En 1568 fue nombrado obispo de Plasencia, y dos años después, el papa Pío V lo elevó a cardenal. Su nombramiento como arzobispo de Nápoles en 1576 fue el culmen de su carrera eclesiástica.

A pesar de su alto rango, Pablo nunca se alejó del pueblo. Fue conocido por su dedicación a los pobres, su vida austera y su compromiso con la reforma de la Iglesia. Murió el 17 de junio de 1578 y fue beatificado casi dos siglos después, en 1772. Sus restos descansan en la basílica de San Paolo Maggiore de Nápoles, donde aún se le venera con devoción. Su vida es un ejemplo de cómo la erudición y la humildad pueden convivir en perfecta armonía.

San Raniero de Pisa

La vida de Raniero de Pisa, patrón de su ciudad natal, es un ejemplo de conversión radical. Nacido entre 1115 y 1117 en el seno de una familia acomodada, Raniero fue en su juventud un trovador y comerciante, como su padre Gandulfo. Pero un encuentro decisivo con un noble corso convertido en monje lo llevó a replantearse toda su existencia. Fascinado por la vida de renuncia y caridad de aquel hombre, Raniero decidió dejarlo todo.

Primero emprendió un peregrinaje a Tierra Santa, donde vivió como eremita, dedicándose a la oración, a la mendicidad y a la contemplación de los Santos Lugares. A su regreso, se incorporó a la vida monástica en los conventos de San Andrés y San Vito de Pisa. Allí alcanzó gran fama como predicador y hombre santo, se le atribuyeron milagros y exorcismos, y se convirtió en una figura querida y respetada por su comunidad.

Murió en 1160 con una profunda reputación de santidad. En los años siguientes fue canonizado y su culto se expandió rápidamente por todo el Mediterráneo gracias a la influencia de la marina pisana. Curiosamente, fue en el siglo XVII cuando se consolidó como santo patrón de Pisa, tras una crisis de confianza en el antiguo patrono, san Sixto II, por la derrota naval de Meloria. Su cuerpo se venera hoy en el altar mayor de la catedral de Pisa, donde continúa siendo símbolo de conversión, entrega y fe inquebrantable.

Otros santos que se celebran el 17 de junio

Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos: