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Hospital Nuestra Señora del Rosario

El traumatólogo Marco Strocchia propone un decálogo de actividades para evitar lesiones deportivas

El traumatólogo Marco Antonio Strocchia, del Hospital Nuestra Señora del Rosario, asegura que las lesiones deportivas más frecuentes en verano son «leves y de rápida recuperación», como en los casos de deshidratación y golpe de calor y picaduras de insectos.

También son comunes las provocadas por el ejercicio, sobre todo por la práctica excesiva, como torceduras que provocan esguinces, lesiones musculares o contracturas (sobrecargas, rotura de fibras, tendinopatías), contusiones y heridas.

«Las lesiones deportivas en la época estival se deben a factores como la falta de preparación física, la no realización de ejercicio con la técnica adecuada, la utilización de material inadecuado, a mala planificación en la hidratación o la nutrición, entre otros», comenta el especialista.

Además, Strocchia también subraya que disponer de más tiempo libre bajo temperaturas cálidas motiva a muchos a correr por la playa, a nadar o a realizar ejercicio de forma individual y sin supervisión de un profesional, o a llevarlas a cabo en superficies irregulares (terrenos con hierba, mojados o desiguales, como la playa o la montaña), lo que puede conducir a lesiones en el sistema músculo esquelético».

Verano

La práctica de algunos deportes, como ciclismo o patinaje, puede provocar lesiones a causa de caídas con contusiones o fracturas: fracturas de clavícula, de codo, de muñeca y también del escafoides carpiano. «Por eso, es imprescindible el uso de casco y muñequera, pues se minimiza el riesgo de ciertas lesiones, entre las que está el traumatismo cráneoencefálico», advierte el doctor Strocchia.

Tirarse al mar o a la piscina sin conocer bien su profundidad ocasionaría lesiones en el cuello. «Por lo general, se produce hiperextensión del cuello, que lesiona las partes blandas. Aunque también puede ser causa de fracturas vertebrales o lesiones medulares irreversibles. Ante esta situación, lo primero que se debe realizar es inmovilizar el cuello para no agravar la lesión», recuerda el experto.

El tenis o el golf son actividades muy populares en estos meses y que conllevan visitas a la consulta del traumatólogo. «Lo más habitual son casos de epicondilitis (codo de tenista) o epitrocleitis (codo de golfista). Ambas lesiones se producen por no aplicar una técnica adecuada en el golpeo o no utilizar material adecuado», detalla el doctor Strocchia.

Lesiones

Los esguinces de tobillo o torceduras se encuentran entre las más comunes y no solo en los deportistas. «Es frecuente encontrarlas en la población en general debido a que en verano no siempre usamos un calzado adecuado. No se recomienda usar chanclas para todo: es preferible hacer deporte siempre con un zapato apropiado para ello», comenta.

También utilizando calzado deportivo se pueden originar este tipo de dolencias. Es el caso de la fascitis plantar, bastante frecuente entre quienes se inician en el running o entre los senderistas. Según el doctor Strocchia, «una intensa jornada de turismo urbano en las vacaciones puede desarrollar esta dolencia, más propensa en las personas de entre 40 y 60 años».

De igual modo, la práctica del atletismo puede provocar también una metatarsalgia, afección que produce dolor e inflamación en el metatarso. Este tipo de lesiones en el pie a veces se solucionan aplicando frío y descansando, pero en otras ocasiones se hace necesario acudir a un especialista.

Hay casos en el que las dolencias o lesiones son más fáciles de identificar, como el dolor lumbar, bastante frecuente en quienes practican deportes como el ciclismo o quienes someten el cuerpo a un exceso de movimiento al que no está acostumbrado.

Prevención

Para prevenir lesiones en verano, el doctor Strocchia sugiere seguir una serie de indicaciones: beber más líquido y adaptar la alimentación; evitar las horas de más calor del día; elegir la ropa adecuada; prestar atención al calzado; adaptar el ritmo, y aumentar la preparación física durante todo el año, con ejercicios de forma regular y de calidad.

Asimismo, también recomienda evitar la realización de movimientos bruscos que puedan provocar estiramientos, contracturas, sobrecargas tendinosas o roturas de fibras o esguinces. Sobre todo, si no se está muy habituado al ejercicio.

También es «imprescindible» empezar con un calentamiento completo suave para que los músculos se calienten y tengan más elasticidad y realizar estiramientos al finalizar la actividad física para relajar los músculos. También es importante utilizar el equipamiento adecuado para cada deporte.