Protonterapia: la revolución en el tratamiento del cáncer

• Diego Buenosvinos
• Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.
• • 10/01/2025 06:40
  • Actualizado: 10/01/2025 06:40

La lucha contra el cáncer continúa evolucionando gracias a avances tecnológicos que mejoran tanto la eficacia como la seguridad de los tratamientos. Entre ellos, la protonterapia está ganando protagonismo como una de las terapias más precisas y menos invasivas disponibles. Esta técnica utiliza protones en lugar de rayos X para tratar ciertos tipos de tumores, ofreciendo una solución más dirigida y con menos efectos secundarios, especialmente en áreas críticas del cuerpo.

¿Qué es exactamente la protonterapia y para qué tipos de tumores es más adecuada? En OKSALUD, exploramos cómo funciona esta innovadora técnica, sus beneficios y los casos en los que se está aplicando con éxito. La protonterapia es una forma avanzada de radioterapia que emplea protones (partículas subatómicas con carga positiva) en lugar de los rayos X tradicionales. Su principal ventaja radica en la capacidad de los protones para liberar la mayor parte de su energía directamente en el tumor, minimizando el daño a los tejidos y órganos circundantes.

Los protones se aceleran en un ciclotrón o sincrotrón hasta alcanzar velocidades extremadamente altas. Estas partículas se dirigen con precisión hacia el tumor. Gracias al fenómeno conocido como pico de Bragg, los protones liberan toda su energía en un punto específico, lo que reduce la exposición a la radiación más allá del tumor.

Este nivel de precisión convierte a la protonterapia en una opción ideal para tratar tumores en áreas sensibles, como el cerebro, la columna vertebral y los ojos, donde el daño a los tejidos sanos podría tener consecuencias graves. Además, es especialmente efectiva en casos donde se requiere un alto nivel de precisión. Entre los tumores más comunes tratados con esta técnica están:

Tumores pediátricos

Neuroblastomas, meduloblastomas y sarcomas: los niños son especialmente vulnerables a los efectos secundarios de la radioterapia tradicional, por lo que la protonterapia es preferible para minimizar el impacto en tejidos en desarrollo.

Tumores cerebrales

Gliomas de bajo grado, meningiomas y tumores pituitarios: La proximidad de estos tumores a estructuras críticas como el cerebro y los nervios ópticos hace que la precisión de la protonterapia sea crucial.

Cáncer de cabeza y cuello

Carcinomas nasofaríngeos o tumores de la base del cráneo: estos tipos de cáncer suelen ubicarse cerca de órganos vitales, como el cerebro, los ojos y la médula espinal.

Cáncer de próstata

La protonterapia puede ser una opción para pacientes con cáncer de próstata localizado, ya que reduce el riesgo de efectos secundarios como la disfunción eréctil y los problemas urinarios.

Tumores en la columna vertebral y el sistema nervioso central

Sarcomas espinales y tumores de médula: permite tratar estas áreas delicadas con precisión, evitando daños permanentes en la función motora o sensorial.

Melanomas oculares y otros tumores oculares

Este tratamiento puede preservar la visión en casos de tumores oculares al reducir el impacto en tejidos cercanos.

Así, entre los beneficios y ventajas de la protonterapia se puede señalar que conlleva una mayor precisión al dirigir la radiación únicamente hacia el tumor, con un menor impacto en los tejidos circundantes. También cuenta con menos efectos secundarios, al reducir el riesgo de daños a órganos vitales, lo que es especialmente importante en niños y en tumores ubicados cerca de áreas críticas. Tendrán una mejor calidad de vida, ya que evita el daño colateral, los pacientes experimentan menos complicaciones durante y después del tratamiento.

Por otra parte, es eficaz en tumores resistentes, es decir, a aquellos que no responden bien a la radioterapia convencional. Sin embargo, también tiene sus limitaciones y desafíos:

Accesibilidad: en España y otros países, los centros de protonterapia son limitados debido a los altos costos de los equipos necesarios para realizarla.
Costo elevado: es significativamente más cara que la radioterapia convencional, aunque muchos sistemas de salud y aseguradoras comienzan a cubrirla en casos específicos.
No adecuada para todos los casos: no todos los tipos de cáncer se benefician de la protonterapia, por lo que es importante una evaluación precisa por parte de un equipo médico especializado.

En España, este avance ha permitido la creación de centros especializados como el de la Clínica Universidad de Navarra y el del Centro de Protonterapia Quirónsalud en Madrid. Estos centros están equipados con tecnología de última generación y atienden casos tanto nacionales como internacionales. También están proyectados otros gracias a donaciones como del empresario Amancio Ortega en León, Madrid y otras ciudades del país.

De esta forma, el acceso a este tratamiento está en expansión, con planes para abrir nuevos centros en diferentes regiones. Esto podría mejorar la disponibilidad de esta técnica para más pacientes y reducir la necesidad de desplazamientos largos.