La coenzima Q10, un aliado de la salud cardiovascular

Se trata de una sustancia parecida a una vitamina liposoluble (soluble en grasas o aceites) que existe de forma natural en todas las células del cuerpo y que resulta imprescindible para la producción de energía en las células.

En el cuerpo humano, según explica en un estudio la científica española Mª José Alonso, la coenzima Q10 se presenta de tres formas distintas en función de su estado de óxido-reducción: la oxidada se denomina ubiquinona; la reducida ubiquinol (QH2), que es la que desempeña la función antioxidante en diferentes tejidos; y el estado intermedio de óxido-reducción se conoce como ubisemiquinona (Q).

Esta coenzima tiene dos funciones esenciales: la producción de energía y el efecto antioxidante. Según la compañía Cien por cien natural, es imprescindible para los procesos de obtención de energía, ya que, en las células, interviene en el transporte de electrones y en la respiración celular aeróbica, participando en la producción de adenosina trifosfato (ATP), que es un nucleótido fundamental en la obtención de la energía celular. También actúa en el organismo como antioxidante, debido a su estructura química y su facilidad para aceptar o ceder electrones.

Nuestro organismo es capaz de generar Coenzima Q10 consiguiendo los niveles máximos entre los 20 y 25 años, disminuyendo paulatinamente a partir de esta edad. El organismo tiene reservas de coenzima Q10 principalmente en el corazón, el hígado y los riñones.

Por su parte, desde Botica23 exponen que, además del envejecimiento, otros factores como las dietas desequilibradas, el consumo de alcohol y tabaco y el ejercicio físico intenso provocan que disminuyan sus niveles.

La Q10 se puede obtener a través de la alimentación por medio de las carnes rojas, las de ave (pavo, pollo), las vísceras, el pescado azul (sardinas, trucha, atún, anchoas), hortalizas (espinacas, brócoli, coliflor o zanahorias), frutas (naranja, fresas), frutos secos (pistachos, nueces, cacahuetes…), los aceites vegetales, entre los que destacan el aceite de soja, y las semillas de lino, entre otros alimentos, contienen cantidades variables de Q10.

Acción antioxidante

La CoQ10 es reconocida como un potente antioxidante intracelular. Actúa en el organismo protegiendo a las células, y en especial a las membranas celulares, de los daños que los radicales libres pueden provocar en importantes componentes como el ADN, los lípidos y las proteínas.

Las recientes investigaciones sugieren que el efecto beneficioso de la coenzima Q10 en la prevención de enfermedades cardiovasculares se debe principalmente a su capacidad de actuar como antioxidante.

Coadyuvante en salud cardiovascular

Este antioxidante cuenta con un efecto de protector de células, tejidos y órganos frente a los efectos perjudiciales de los radicales libres, que son los que contribuyen al proceso de envejecimiento y al desarrollo de afecciones cardíacas, como cita Gabinete cardiológico.

La introducción de esta sustancia antes de una operación de corazón, incluyendo la cirugía de bypass y el trasplante, puede reducir los daños causados por los radicales libres, reforzar la función cardíaca y disminuir la incidencia del ritmo cardíaco irregular (arritmia) durante la fase de recuperación.

Un síntoma de muchas enfermedades que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos es la arteriosclerosis, una afección en la que la pared arterial se vuelve más gruesa como consecuencia de la acumulación de materias grasas como el colesterol. La suplementación de coenzima Q10 demostró tener efectos prometedores en la inhibición de dicha enfermedad.

Otro estudio realizado por la Universidad de Granada (UGR) en 2020 señala que un suplemento de Coenzima Q10 (CoQ10) podría ser una opción terapéutica complementaria interesante en ciertas enfermedades mitocondriales, cáncer de colon, carcinoma tiroideo o enfermedad de Crohn.

Reduce los efectos del cáncer

El programa Proyecto Cáncer Quest de la Universidad de Emory señala que los niveles bajos de CoQ10 representan un posible marcador para determinar los riesgos en la progresión del melanoma. En ensayos in vitro, la Q10 logró inhibir la proliferación del cáncer, así como en experimentos con animales.

Otro estudio demostró que el efecto combinado de la Q10 y un fármaco específico contra el cáncer puede ayudar a suprimir el crecimiento de células cancerígenas de mama en ratas. Este antioxidante también ha demostrado poseer la habilidad de bloquear, parcialmente, la toxicidad o los efectos adversos de la quimioterapia, lo cual puede contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

En otra investigación que involucró a personas diagnosticadas con melanoma y tratadas con CoQ10, el tratamiento resultó mucho más beneficioso porque disminuía la posibilidad de reactivación del melanoma.

Esta misma investigación refleja que los pacientes experimentaron un incremento en su calidad de vida al consumir CoQ10. De esta forma, la evidencia presente sugiere que la coenzima Q10 puede ser un mejor tratamiento para los efectos adversos relacionados con el cáncer que contra el cáncer en sí.